Como Néstor Antonio Bozón Sierra, de 32 años, fue identificado el hombre hallado atado de manos y pies, con heridas en todo el cuerpo y sin vida en la ribera del río Gaira, en Santa Marta.
Un grupo de obreros que transitaba por la zona se percató de la presencia del cadáver y dio aviso a la Policía que comenzó de inmediato con la inspección. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal y, tras análisis forenses correspondientes establecieron su identidad. Lea: Madre murió en accidente en moto y sus hijos de 5 y 1 año están en UCI
También se conoció que al lado del cuerpo había un cartel en el que las autoridades solo pudieron leer “sigue” porque el resto de palabras estaban cubiertas con sangre; sin embargo, testigos en el lugar aseguraron que decía “sigue poniendo pitica”.
Aunque las autoridades investigan aún, ha comenzado a hablarse de una posible hipótesis del crimen. Debido a la frase en el cartel se cree que a Néstor lo asesinaron por instalar una cuerda en la vía para hacer caer a motociclistas y robarles sus pertenencias.

Más detalles del asesinato de un hombre en Gaira, Santa Marta
La Policía de Gaira no ha confirmado esa versión, ni tampoco ha considerado que la víctima mortal haga parte de alguna banda delincuencial dedicada a hurtos en la Troncal del Caribe.
Cabe mencionar que en los últimos días, ciudadanos han reportado atracos en la zona, bajo el mismo modus operandi y provocando no solo que las víctimas pierdan sus pertenencias sino que caigan aparatosamente de sus motos, golpearse e incluso, estar cerca de perder la vida.
Un medio de comunicación de esa ciudad señaló que “según relatos de los denunciantes, en horas de la noche, inescrupulosos cruzan una cuerda para hacer caer a sus víctimas y luego robarlos; haciendo que estos terminaran con graves heridas productos de las caídas y otros con lesiones en sus cuellos”.

Esa denuncia es similar a la que frecuentemente hacen las personas que residen y conducen por la vía a Barú, a la altura de La Ladrillera, donde son frecuentes los robos a motociclistas. A estos les lanzan desde una zona enmontada, pedazos de madera o llantas para hacerlos caer y ya en el suelo, despojarlos de todo, incluso, de sus motos.

