Durante cuatro días, la vida de Jorge Eliécer Buenahora Reyes, de 34 años, estuvo en manos del personal médico que lo atendió luego del grave accidente de tránsito que sufrió en la vía que comunica a El Socorro con Oiba, en Santander. El trágico hecho ocurrió en la madrugada del miércoles 26 de noviembre, cuando conducía un camión de la empresa Gasan cargado con pipetas de gas domiciliario.
A la altura de ese corredor vial, a las 6:20 de la mañana, el vehículo en el que se movilizaba colisionó contra un turbo. El impacto fue de tal magnitud que el camión quedó volcado de costado, con la cabina destruida casi por completo y la carga esparcida sobre la carretera. El conductor quedó atrapado entre las láminas retorcidas, en un escenario que obligó a la rápida intervención de paramédicos, unidades de bomberos y agentes de la Seccional de Tránsito de la Policía de Santander.
Los equipos de emergencia trabajaron durante varios minutos para asegurar el área, controlar los riesgos y rescatar al conductor sin poner en peligro su integridad. Una vez liberado, fue llevado en ambulancia al Hospital Manuela Beltrán, en El Socorro, donde ingresó con pronóstico reservado. Debido a la gravedad de las lesiones, posteriormente fue remitido al Hospital Internacional de Piedecuesta (HIC).
Pese a los esfuerzos médicos, Jorge Eliécer falleció el domingo 30 de noviembre. La noticia causó profundo dolor entre sus familiares y allegados, quienes destacaron sus cualidades personales y su forma de relacionarse con los demás. Era egresado del Colegio San José de Guanentá y, según sus seres queridos, se caracterizaba por su honestidad, su disciplina y su disposición permanente para ayudar.
Uno de sus primos expresó un mensaje de despedida que refleja el impacto de su partida: “Nuestro Padre Celestial te recibe con los brazos abiertos. Te llevaré en mi corazón por siempre, hasta volvernos a encontrar. Gratitud por tu vida y por los momentos inolvidables. Te amaremos por siempre, Jorgito. Duele el corazón y el alma”.