La historia de Audry Lara Sáez, la niña que recibió una bala perdida en su columna, en medio de un ataque sicarial contra un hombre, en la tarde del 21 de noviembre del 2024, en su vivienda del barrio El Pozón, es muy conocida por los cartageneros.

La niña, que tenía 9 años en ese momento, estuvo al borde de la muerte, pero se recuperó para luego escuchar un triste diagnóstico donde le explicaban que el proyectil entró por su brazo, perforó su pulmón y se alojó en los discos T4 y T5 de su columna vertebral, impidiendo la movilidad de sus piernas y un brazo. Lea: “Perdono al sicario y ojalá cambie”: madre de niña baleada en El Pozón
Cumplió 10 años hospitalizada en una UCI, no tuvo Navidad en aquel entonces, lo único importante era su salud, la que un sicario que aún no ha sido capturado, le arrebató en cuestión de minutos. Pero esta historia no es de dolor, es de resiliencia, fe, esperanza, solidaridad y amor de madre.

Audry fue dada de alta el pasado 31 de diciembre y Audrey, su madre, comenzó a tocar puertas porque confiaba en que la última palabra la tenía Dios y que su hija volvería a caminar. “Dejé de trabajar para cuidar a mi hija, nos quedamos sin recursos ya que soy madre soltera y fue una pesadilla lo que enfrentamos. Mi hija sufría al verse postrada en una cama, sin poder mover un brazo ni sus piernas”, contó la madre en una pasada entrevista.
Tras dar a conocer esta historia a través de El Universal, la Alcaldía Mayor se apersonó del caso y gestionó todo el acompañamiento médico, social, económico y psicológico de la niña. Los ciudadanos en general se solidarizaron y las ayudas no faltaron para esta familia.
Las oraciones, la palabra de Dios y la fortaleza de la madre Audrey, lograron que, pese a que la niña todavía tiene el proyectil alojado en su columna, volviera a ponerse de pie, en menos de un año. “Cada día se tiene más confianza y eso se nota en su actitud, en los pasos que da a diario. Es un ejemplo del amor de Dios, de sus milagros y de la fe porque yo siempre confié en la voluntad y el poder de Dios y ahora se refleja porque, aun con la bala en la columna, mi hija está caminando”, dijo Audrey.
Hace pocos días, la niña se graduó de primaria en la Institución Educativa 14 de Febrero, en El Pozón, donde estudió de manera virtual y logró buenas calificaciones. Audry, acompañada de su mamá, recibió el diploma en medio de una lluvia de aplausos que mostraban la admiración que sienten por la valiente niña y la amorosa madre.
El próximo 20 de diciembre, Audry cumplirá 11 años y esta vez sí habrá celebración. La vida las ha premiado grandemente porque, pese a la tragedia que afrontaron, hoy están más unidas, más fuertes, más creyentes y valorando cada minuto que la vida les da.
