El sector de Colseguros, en Bucaramanga (Santander), vivió una tarde marcada por la violencia tras el asesinato de John Ferney Espinosa Quintero, de 39 años, en un ataque que, según las primeras hipótesis de las autoridades, tendría relación con un ajuste de cuentas. El crimen ocurrió hacia las 3 de la tarde de este jueves 28 de noviembre y movilizó a unidades de la Sijín, que asumieron de inmediato la investigación.
Las versiones preliminares apuntan a que Espinosa Quintero se desplazaba en una motocicleta Suzuki de placa HLM-15H en compañía de Sebastián Gómez Argüello. Ambos venían desde el Centro con dirección al norte de la ciudad cuando, al parecer, comenzaron a ser seguidos por otra motocicleta en la que viajaban dos hombres.
El recorrido terminó en tragedia al llegar a la entrada del barrio Colseguros. En ese punto, los perseguidores se acercaron lo suficiente para abrir fuego por la espalda contra John Ferney. Pese al impacto inicial, el hombre intentó continuar su camino; recorrió cerca de 80 metros aferrado al manubrio, pero las heridas lo obligaron a desplomarse.
Durante el ataque, Sebastián Gómez Argüello también fue impactado por las balas y quedó herido sobre la vía. La reacción de otros motociclistas que pasaban por el sector permitió trasladar de inmediato a las dos víctimas hasta el Hospital Local del Norte. Sin embargo, los médicos confirmaron que Espinosa ya no tenía signos vitales cuando ingresó al centro asistencial. Su acompañante permanece estable y fuera de peligro.
El dictamen preliminar señala que John Ferney recibió una herida en la espalda, cuatro más en el pecho y dos adicionales en un brazo, lo que evidencia la contundencia del ataque.
En medio del dolor, familiares describieron a Espinosa Quintero como un hombre dedicado a su familia, esposo y padre de dos adolescentes, que además esperaba con ilusión el nacimiento de su primer nieto. Uno de sus seres queridos lamentó la tragedia y expresó su repudio frente a los responsables.
Habitantes de la zona señalaron que, junto a Gómez Argüello, el hombre sería cobradiario y que este punto hacía parte de su ruta habitual. Esa información forma parte de las líneas de investigación que hoy revisan los uniformados, quienes estudian cámaras de seguridad cercanas al sitio para identificar a los sicarios que huyeron tras el ataque.