El sueño que Fabio Andrés Palacio persiguió durante años terminó convertido en una tragedia lejos de su hogar, en Antioquia. Quienes lo conocían sabían que el fútbol era el motor de su vida y que, pese a los tropiezos, nunca renunció a la esperanza de convertirse en profesional. Esa determinación fue la que lo llevó a cruzar fronteras y llegar a Río de Janeiro (Brasil), donde esperaba encontrar la oportunidad que en Colombia siempre se le negó.
Había pasado tres meses desde que se instaló en Brasil. Antes de dar ese salto, Fabio había insistido en presentarse a distintos equipos colombianos, sin que ninguno de esos intentos se concretara. Fue entonces cuando decidió que esa sería su última apuesta. Su padre, Diomedes Palacio Flórez, recuerda con claridad el momento en que su hijo se lo anunció: “Él me dijo: ‘pa, me voy para Brasil, voy a intentarlo la última vez’ y yo, ‘hijo, pues uno como padre que quiere ver a su hijo triunfar, sí, nos vamos, démosle’”, dio a conocer El Colombiano.
Mientras buscaba una oportunidad en algún club brasileño, Fabio asumió un trabajo que le permitiera sostenerse mientras seguía golpeando puertas. Cada día se desplazaba en moto hacia ese empleo, y así lo hizo el día del accidente fatal. En la autopista Amaral, en la zona de Campo Frío, se encontró con un bus que lo obligó a maniobrar para evitarlo.
Aunque intentó esquivarlo, perdió el control y el impacto terminó arrebatándole la vida.
Su padre, con la voz cargada de dolor, solo pudo expresar: “Él se fue con sus sueños de ser futbolista y bueno, en este momento me dan la triste noticia de que falleció en la vía”.
El fallecimiento dejó un vacío profundo en su familia, que lo recuerda como un joven extrovertido, lleno de energía y con la alegría siempre a flor de piel. Ese carácter hacía que la casa nunca estuviera en silencio cuando él estaba cerca. Ahora, en medio del duelo, el hogar se enfrenta además a largos trámites con la Cancillería para lograr que el cuerpo sea repatriado. “Que nos colaboren con el traslado del cuerpo de mi hijo, ya que él es colombiano”, pidió su padre.
El cuerpo de Fabio Andrés permanece en la morgue de Río de Janeiro, a la espera de que se logren los procedimientos necesarios para traerlo de regreso. Su familia anhela que, al menos, pueda volver al país que lo vio crecer, para darle un último adiós al joven que lo apostó todo por alcanzar el sueño de jugar fútbol profesional.