Las contundentes pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación permitieron esclarecer dos hechos sicariales que sacudieron a la ciudad de Cúcuta el pasado mes de junio, y llevaron a que Frambier Adolfo Vásquez Aponte, conocido como alias Veneco, aceptara su responsabilidad mediante un preacuerdo judicial. El hombre reconoció su participación en dos ataques armados que dejaron como saldo dos personas muertas y una más gravemente heridas.

Tras validar la negociación entre la Fiscalía y la defensa del procesado, un juez de conocimiento avaló el preacuerdo y condenó a Vásquez Aponte a 18 años y 6 meses de prisión. Los delitos imputados fueron homicidio agravado, homicidio agravado en grado de tentativa y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. De acuerdo con la Fiscalía, la aceptación de cargos evitó que el caso llegara a juicio y permitió avanzar en la sanción de este grave episodio criminal.
Detalles de los ataques y captura del responsable
Los hechos que derivaron en la sentencia ocurrieron en dos momentos distintos durante junio en la capital de Norte de Santander. En el primer suceso, alias Veneco descendió de una motocicleta en plena vía pública y, sin mediar palabra, abrió fuego contra un ciudadano, causándole la muerte de forma inmediata. La violencia con la que actuó y la rapidez del ataque generaron alarma entre los habitantes del sector.
Horas más tarde, en un centro comercial de la ciudad, Vásquez Aponte y otro individuo protagonizaron un nuevo ataque sicarial. En este segundo hecho, una persona perdió la vida y otra resultó herida, aumentando la preocupación entre las autoridades por la peligrosidad del hoy condenado.
La rápida reacción de los uniformados de la Policía Nacional permitió su captura en flagrancia el 5 de junio, cuando se desplazaba en una motocicleta portando el arma que, según los peritos, coincidía con la utilizada en ambos ataques.
Vásquez Aponte permanecerá recluido en un establecimiento carcelario hasta cumplir la totalidad de la pena impuesta. La sentencia quedó debidamente ejecutoriada, cerrando así un caso que afectó la tranquilidad de los cucuteños y que, gracias a la labor investigativa, llegó a una conclusión judicial.

