Un nuevo hecho de sangre sacudió la tranquilidad de la Comuna 6 de Cúcuta, Norte de Santander, donde fue asesinado Desiderio Ramón Carieles Asuaje, un ciudadano venezolano de 45 años, muy conocido en el sector por su trabajo como mototaxista y domiciliario. El crimen ocurrió al mediodía de este 27 de octubre, en la calle 22 entre avenidas 5 y 6, cerca de la cancha La Batea, en el barrio El Porvenir.
Según el relato de testigos, la víctima se desplazaba en su motocicleta Suzuki GN roja, de placa QCI 24F, cuando fue interceptada por una pareja que se movilizaba en otra moto. El conductor era un hombre y la parrillera, una mujer que sostenía un teléfono celular en una mano y un arma de fuego en la otra. “Ella tenía que venir grabando o en medio de una videollamada, después de dispararle, lo enfocó”, narró uno de los testigos que presenció el ataque.
La bala impactó a Ramón en el rostro, provocando que perdiera el control del vehículo y cayera al suelo en movimiento, quedando tendido en la vía con una herida que ingresó por el mentón y salió por la frente. La motocicleta le aprisionó la pierna izquierda mientras los sicarios huían por un puente peatonal que conduce al barrio Trigal del Norte, ruta que facilita el acceso a sectores como Motilones, Camilo Daza o el Anillo Vial Occidental, por donde habrían escapado.
Vecinos del sector, alarmados por el sonido del disparo, salieron de sus viviendas y alertaron a las autoridades, que llegaron cerca de 30 minutos después. La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargó de las labores de inspección técnica y de recopilar pruebas, entre ellas, videos de cámaras de seguridad de una casa cercana, que registraron el ataque y podrían ser clave para identificar a los responsables.
La Opinión dio a conocer que mientras se desarrollaba el levantamiento del cadáver, al lugar llegaron dos motocicletas con familiares de la víctima. En una de ellas viajaba su pareja, una mujer que llevaba un niño en brazos. Al ver el cuerpo, rompió en llanto al confirmar que se trataba de Ramón. En la otra moto venía su cuñado junto con la hija del fallecido, una niña que, al igual que el pequeño, observó desde la distancia sin comprender lo sucedido.
De acuerdo con allegados, Ramón había llegado hace más de seis años a Cúcuta, proveniente de Venezuela, en busca de mejores oportunidades. Residente del barrio Aeropuerto y anteriormente del Virgilio Barco, trabajaba como mototaxista y domiciliario, labor que lo hacía conocido en la zona. “Siempre lo veíamos dar vueltas de un lado para otro, como un vecino normal, saludaba y poco más”, comentó un residente de El Porvenir.
Las autoridades continúan adelantando las investigaciones para establecer los móviles del crimen y determinar si este hecho estaría relacionado con las estructuras criminales que operan en el norte de la ciudad. Entretanto, en el barrio y entre sus conocidos, solo queda la consternación por la brutal manera en que fue asesinado un trabajador que buscaba ganarse la vida honestamente.