Un caso de fuga mantiene en alerta a las autoridades penitenciarias de Medellín. Kevin Andrés Pérez Cano, un recluso de 23 años que cumplía una condena de 10 años de prisión por homicidio agravado en grado de tentativa, logró escapar en la madrugada de este martes del Hospital La María, ubicado en el barrio Castilla, al noroccidente de la ciudad.
Según los informes oficiales, Pérez Cano había sido trasladado desde la cárcel El Pedregal, en el corregimiento de San Cristóbal, luego de presentar un cuadro de intoxicación por una sustancia que habría consumido dentro del penal. El traslado se realizó en la noche del lunes, bajo estricta custodia de dragoneantes del Inpec, quienes permanecieron en el centro asistencial durante su atención médica.
De acuerdo con el reporte policial, el recluso recibió atención médica inmediata y fue estabilizado del cuadro clínico que motivó su traslado.
El Colombiano dio a conocer que cuando el dragoneante encargado de su vigilancia regresó a verificar su estado, la cama estaba vacía y el hombre había desaparecido sin dejar rastro.
Las cámaras de seguridad del hospital permitieron esclarecer parte de lo ocurrido. En los videos, los investigadores observaron cómo Pérez Cano, aún con señales de debilidad física, salía por la parte trasera del hospital y se alejaba lentamente del lugar, aprovechando un descuidado momento del personal médico y de custodia.
El Inpec y la Policía Metropolitana de Medellín activaron de inmediato un operativo de búsqueda en los alrededores del hospital y zonas cercanas, pero hasta el momento no se ha logrado dar con su paradero.
La fuga también dio paso a la apertura de una investigación interna para determinar posibles fallas en los protocolos de seguridad y establecer si hubo negligencia o complicidad durante el traslado y custodia del interno.
Pérez Cano había sido capturado en flagrancia el 9 de junio de 2019, luego de ser identificado como el responsable de un ataque con arma de fuego contra otra persona ocurrido ese mismo día, en el que la víctima resultó gravemente herida. Tras su captura, fue procesado por homicidio agravado en grado de tentativa y enviado a prisión preventiva por orden de un juez de control de garantías.
Después de casi dos años de audiencias, el Juzgado 18 Penal del Circuito de Medellín le impuso una pena de 10 años de prisión, tras un preacuerdo con la Fiscalía. Según los registros oficiales, le restaban cuatro años para cumplir su condena cuando ocurrió la fuga.
Las autoridades judiciales advirtieron que, una vez sea recapturado, Pérez Cano deberá enfrentar nuevos cargos por el delito de fuga de presos, lo que podría aumentar considerablemente su tiempo en prisión. Mientras tanto, el Inpec continúa con las labores de rastreo y coordinación con la Policía para dar con el paradero del fugitivo, cuya evasión ha generado preocupación por los niveles de control dentro de los centros carcelarios y los traslados hospitalarios en Medellín.

