La madrugada del 22 de octubre terminó en tragedia dentro de una vivienda del barrio Kennedy, en Bucaramanga. Allí, Cindy Vanessa Ramírez Sánchez, de 32 años, fue asesinada presuntamente por su compañero sentimental, José Miguel Barrios Galván, quien ahora enfrenta una medida de aseguramiento en centro carcelario por orden de un juez con función de control de garantías.
Según el reporte entregado por la Fiscalía General de la Nación, los hechos ocurrieron hacia las 2:40 a.m., en la casa ubicada en la carrera 15 #24N-103, donde la pareja vivía desde hacía un año. De acuerdo con las primeras versiones, Barrios Galván habría revisado el teléfono celular de Cindy Vanessa y, al encontrar mensajes “comprometedores” con su expareja, la despertó para reclamarle, dando inicio a una fuerte discusión.
Lo que comenzó como una disputa verbal terminó convirtiéndose en un acto de violencia fatal.
En medio del altercado, Barrios Galván habría atacado a la mujer con un arma cortopunzante, causándole tres heridas en el rostro y el cuerpo, las cuales provocaron su muerte inmediata en el lugar.
Vanguardia dio a conocer que tras el ataque, el agresor intentó escapar, mientras los vecinos, alarmados por los gritos, salieron a la calle e intentaron detenerlo. Sin embargo, el hombre logró huir del sitio, aunque minutos después se presentó voluntariamente en el CAI Kennedy, donde confesó lo ocurrido ante los uniformados de la Policía.
Los uniformados acudieron al lugar de los hechos y encontraron el cuerpo de Cindy Vanessa dentro de su habitación. Barrios Galván fue capturado en flagrancia y puesto a disposición de la autoridad competente. En audiencia, la Fiscalía le imputó el delito de feminicidio agravado, pero el señalado no aceptó los cargos.
Durante la investigación, el ente acusador estableció que Cindy Vanessa habría sido víctima de reiterados episodios de violencia física, psicológica y económica a lo largo de su relación con Barrios Galván. Testimonios de allegados señalan que la mujer había sufrido maltratos en repetidas ocasiones, aunque nunca denunció formalmente los hechos.
Asimismo, la Fiscalía reveló que el procesado ya enfrentaba un proceso judicial por violencia intrafamiliar, en el cual la víctima sería su anterior pareja. Este antecedente fue tenido en cuenta por el juez al momento de dictar la medida de aseguramiento, al considerar que el acusado representaba un riesgo para las mujeres de su entorno.