Una familia del barrio Los Alpes, en el oriente de Bucaramanga, fue víctima de un millonario robo ocurrido al mediodía del lunes festivo 13 de octubre, cuando un grupo de delincuentes ingresó a su vivienda y se apoderó de los ahorros de toda una vida. El hecho sucedió mientras los habitantes salieron brevemente a almorzar.
De acuerdo con el relato de las víctimas, el asalto se registró entre las 12 y 12:15 p. m., lapso en el que cuatro hombres llegaron hasta la vivienda situada cerca del Parque del Agua. Según las cámaras de seguridad, los sospechosos iniciaron movimientos sospechosos casi de inmediato después de que la familia se marchara.
“Creemos que nos tenían bien fichados, tenían bastante conocimiento de todo. Nos hicieron seguimiento porque, a los pocos minutos de habernos ido, según se ve en una cámara, ya se observan los movimientos para ingresar”, relató a Vanguardia un joven de 25 años, una de las víctimas del hurto.
Los delincuentes, al parecer, tenían copias de las llaves, pues lograron abrir uno de los candados de la reja sin dañarlo y se llevaron el otro. Aunque forzaron la puerta principal, no la destruyeron completamente, lo que indica que sabían cómo acceder con rapidez y sin generar ruido.
Una vez dentro, los ladrones neutralizaron a la mascota de la familia. “Al parecer, le dieron algo a la perra y le echaron gas pimienta para que no pudiera ladrar, dejándola somnolienta”, agregó el afectado. Luego, revolcaron tres habitaciones, forzaron puertas cerradas con llave y destruyeron muebles, clósets y pisos en busca del dinero y objetos de valor.
“Se llevaron cosas muy precisas, sabían exactamente dónde estaba lo de valor. En joyas fueron aproximadamente $50 millones y en efectivo unos $200 millones. También me quitaron un computador y unos audífonos traductores. Había otros objetos de tecnología de alto valor que, no sé por qué, no se llevaron”, explicó.
El robo fue descubierto hacia las 3:00 de la tarde, cuando la familia regresó y encontró su casa completamente saqueada. Los asaltantes huyeron sin alertar a los vecinos, lo que refuerza la hipótesis de que habrían estudiado el movimiento de la zona.
Tras el reporte a las autoridades, la Policía y el CTI de la Fiscalía realizaron la inspección técnica, tomaron huellas dactilares y recopilaron evidencias. El brigadier general William Quintero, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, informó que se adelantan las investigaciones para identificar a los responsables.
Las víctimas piden justicia. “Somos conscientes de que recuperar ese dinero será difícil, pero queremos obtener justicia, que den con esta banda. Nos estuvieron estudiando; al parecer, podrían ser conocidos. Sabían muchas cosas y, según lo que hemos hablado con los vecinos, pasaron otras situaciones irregulares”, concluyó el joven.