Una balacera registrada en la noche del martes 7 de octubre dejó una profunda huella de dolor en la comunidad de La Libertad, en Cúcuta, luego del asesinato de Miguel Ángel Gómez Rodríguez, un joven de 26 años que fue víctima de un ataque sicarial tras salir de su trabajo en una rectificadora.
Miguel Ángel era reconocido y querido en su barrio, la ciudadela La Libertad, donde creció, se formó y encontró en el fútbol su mayor pasión. Sin embargo, esa misma zona del oriente de la ciudad fue el escenario de un episodio de película, marcado por una persecución, un homicidio, una balacera y dos capturados.
Según el reporte policial, el joven se despidió de sus compañeros de trabajo y tomó rumbo hacia su casa en el barrio Torcoroma 3. En el trayecto, al pasar por el barrio La Unión, fue seguido por una motocicleta Suzuki GN de color negro, en la que se movilizaban dos hombres vestidos completamente de negro. Lo que comenzó como una sospechosa persecución terminó convirtiéndose en un violento ataque que se prolongó por varias cuadras hasta llegar a la calle 4 con avenida 17B del barrio Aniversario 2.
En esa esquina, los agresores le dispararon en repetidas ocasiones mientras aún estaba en movimiento. El impacto hizo que Miguel Ángel perdiera el control de la motocicleta y cayera al pavimento.
Testigos relataron que quedó tendido bocarriba, con el casco puesto y con varios impactos de bala en el torso, mientras una mancha de sangre se extendía bajo su cuerpo.
Los asesinos huyeron presuntamente hacia el barrio La Unión, mientras los vecinos, aterrados por los disparos, alertaron a las autoridades. Varias patrullas de la Policía llegaron de inmediato, acordonaron la escena y comenzaron la búsqueda de los responsables con apoyo de las cámaras de seguridad del sector.
Minutos más tarde, a tan solo cuatro calles del lugar del crimen, una patrulla que rondaba la avenida 7 entre calles 5 y 6 de La Unión observó a un hombre con las características descritas por los testigos. Cuando los uniformados intentaron detenerlo, fueron atacados a tiros por tres sujetos armados.
Se desató entonces una balacera que sembró el pánico entre los residentes de la zona. Los sospechosos corrieron entre las calles 5 y 6, pero dos de ellos fueron interceptados y capturados por la Policía. El tercero logró escapar por la parte trasera de una vivienda, internándose en una zona boscosa donde perdió su rastro.
En el operativo fueron incautadas un arma de fuego y una motocicleta que coincidía con las características de la utilizada en el ataque. Ambos capturados quedaron a disposición de las autoridades judiciales, mientras se adelantan las investigaciones para determinar su participación en el homicidio de Miguel Ángel Gómez Rodríguez.
La noticia del asesinato conmocionó profundamente a la comunidad de La Libertad, donde el joven era conocido por su alegría y su talento como futbolista aficionado. “Era increíble, uno no se podía imaginar que ese ‘pelado’ acabara así”, expresó uno de sus amigos más cercanos, todavía incrédulo ante lo ocurrido.
Otro de sus compañeros recordó con tristeza los últimos momentos compartidos: “Hace unos días estábamos celebrando que habíamos ganado un campeonato en Sevilla, y ahora nos reunimos para la despedida”.
Miguel Ángel era un delantero goleador, de esos que, como recuerdan sus amigos, “metía todos los goles que un ‘10’ le ponía”. Jugaba con vecinos, compañeros de trabajo y amigos de infancia. Su energía y talento llenaban las canchas del barrio, las mismas que ahora quedarán marcadas por su ausencia.
El homicidio de Miguel Ángel Gómez Rodríguez no solo deja una familia destrozada, sino también un barrio entero que lamenta la pérdida de un joven trabajador, soñador y apasionado por el deporte. Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer los móviles del crimen y capturar al tercer implicado que logró escapar en medio de la balacera.