Katherine del Pilar Llorente Hartmann, de 34 años, es la mujer que fue asesinada en la mañana de este viernes en el sur de Bolívar, más exactamente en el punto conocido como Puerto Venecia, entre el corregimiento del Coco, en Tiquisio, y el municipio de Montecristo.
Las primeras versiones de este violento crimen precisan que sujetos armados llegaron hasta donde estaba la mujer, la sacaron a la fuerza de la población y en moto la llevaron hasta donde fue hallada después sin vida, con varios balazos en la cabeza y el rostro desfigurado. Las autoridades serán las encargadas de investigar en detalle lo sucedido para establecer cómo pasó y quién lo cometió. Lea: Misterio y dolor: así le quitaron la vida a una mujer en el sur de Bolívar
También se conoció que la mujer era natural de Dibulla, en La Guajira, y que posiblemente se encontraba en el sur de Bolívar laborando desde hacía un tiempo.
Hasta el momento, se desconocen las causas y los responsables del homicidio. Las autoridades informan que esta zona del sur del departamento de Bolívar tiene mucha injerencia el EGC, así mismo se encuentran adelantando las investigaciones para esclarecer este lamentable hecho.

Sur de Bolívar: una tragedia humanitaria que estaba advertida
Hay zozobra, miedo e incertidumbre en el sur de Bolívar debido a la escalada que ha tenido la violencia de los grupos al margen de la ley. Las restricciones de movilidad impuestas por los insurgentes han provocado el confinamiento de miles de personas, así como el desabastecimiento de alimentos y otros bienes esenciales.
Aunque las autoridades nacionales y locales han anunciado el refuerzo de las ofensivas militares y el envío de ayudas humanitarias, la situación sigue siendo preocupante, pues no es la primera vez en los últimos años que esta zona del departamento se encuentra inmersa en una crisis como esta.

De hecho, los investigadores Amaranto Daniels y Francisco Méndez, del Instituto Internacional de Estudios del Caribe, coinciden en que el aumento de la violencia era algo previsible, aún más con la situación que se presentó durante el primer semestre del año en la región del Catatumbo, donde también se dieron desplazamientos forzados por cuenta del accionar de los grupos armados.
De acuerdo con los expertos, los enfrentamientos se dan sobre el control del corredor que hay entre el Catatumbo y el Tapón del Darién, que necesariamente pasa por el sur de Bolívar y el nordeste antioqueño.
“Desde mayo hay un cese de operaciones por parte de las disidencias de las FARC, lo que ha implicado una arremetida del Clan del Golfo especialmente desde Nechí (Antioquia), hacia Montecristo. Allí también está La Marizosa, un corregimiento de Santa Rosa del Sur, y la población de Dorada, en Arenal, que son puntos estratégicos donde hay gran minería”, explica Méndez.