Tras aceptar de manera voluntaria los cargos en su contra, Cristian Camilo Serna Hurtado fue condenado a ocho años y nueve meses de prisión por un juez penal de conocimiento. La sentencia anticipada se dictó después de que Serna Hurtado admitiera su culpabilidad en el delito de reclutamiento ilícito de dos menores de edad, en hechos ocurridos en agosto de 2024.
La investigación, liderada por un fiscal de la Delegada para la Seguridad Territorial, demostró que Serna Hurtado contactó a una niña de 13 años y a una adolescente de 17 en el municipio de Chaparral, Tolima. Mediante engaños y graves amenazas de atentar contra la integridad de sus familias, el ahora condenado convenció a las dos menores de viajar con él al departamento de Caquetá con el fin de vincularlas a una estructura armada de las disidencias de las Farc.
La sentencia emitida en su contra es de carácter inapelable y estipula que Serna Hurtado deberá permanecer privado de la libertad en un centro carcelario durante el tiempo total de la condena. Este caso se publica por razones de interés general, dada la gravedad del delito y la vulnerabilidad de las víctimas.
Una captura en flagrancia que frustró el crimen
El plan de Serna Hurtado se vio parcialmente frustrado gracias a la rápida acción de la madre de una de las víctimas y la intervención de las autoridades. El reclutador había comprado tiquetes para transportar a las dos menores en un bus intermunicipal desde Chaparral hacia Guamo, también en el departamento del Tolima, como una primera etapa de su viaje hacia Caquetá.
Sin embargo, la madre de la adolescente de 17 años se percató de la situación y logró evitar que su hija abordara el vehículo. Por su parte, la niña de 13 años sí alcanzó a subir al bus. Afortunadamente, durante el trayecto, unidades de la Policía Nacional que habían sido alertadas sobre el caso, lograron interceptar el vehículo, recuperar a la menor y capturar en situación de flagrancia a Cristian Camilo Serna Hurtado.
Desde el momento de su captura, Serna Hurtado fue judicializado y se le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, donde ha permanecido hasta la fecha de su condena. Este caso se suma a las preocupantes cifras de reclutamiento de menores en Colombia, una práctica atroz que sigue siendo utilizada por los grupos armados ilegales para nutrir sus filas y que afecta de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables del país. Le puede interesar leer: A Alexis Zúñiga le quitaron la vida 4 meses después de salir de prisión