“Nuestra solidaridad con la familia y comunidad educativa de Baranoa (Atlántico) por la triste noticia del fallecimiento de María Tatiana, de 11 años, a causa de una bala perdida. Desde la Secretaría de Educación rechazamos toda forma de violencia y deseamos que la paz, el amor y la unión guíen en momentos de dolor”.
Así se ha pronunciado este viernes 19 de septiembre la Secretaría de Educación del Atlántico en las redes sociales ante la trágica muerte de una niña, de 11 años, que ocurrió en medio de un ataque perpetrado por sicarios contra dos hombres en el casco urbano del municipio de Baranoa. Le puedo sugerir: Él era Edilberto Carreazo: lo mataron en el atentado contra ‘Roberto Esperanza’
Las versiones preliminares indican que el atentado ocurrió en la noche del jueves, a eso de las 9:15 p. m., en el barrio La Primavera de esa población aledaña a la vía de La Cordialidad, más exactamente en la carrera 22 con calle 22.
La menor, hija de una reconocida médica de ese municipio, jugaba en la puerta de su vivienda cuando aparecieron dos sicarios y dispararon contra dos hombres que se desplazaban en moto por ese sector. Uno de esos proyectiles alcanzó a la niña, dejándola tendida en el lugar.
Sus familiares y vecinos la llevaron hasta la clínica Reina Catalina de ahí de Baranoa, pero pese a los esfuerzos de los médicos de esa institución por salvarle la vida, la menor falleció.
Las autoridades iniciaron las investigaciones para dar con el paradero de los sujetos que causaron la muerte de esta menor, que tiene consternada, no solo a la familia, si no a los habitantes del barrio La Primavera del municipio de Baranoa.
Los dos hombres que eran el blanco del atentado resultaron heridos en el ataque permanecen bajo atención médica. Hasta el momento no se han revelado sus identidades. Le puede interesar: Este era Harold Junior Escobar, el hombre que sicarios mataron en Los Campanos
La comunidad atlanticense pide mayores controles a las autoridades para que este tipo de hechos no se sigan presentando, no sólo en Barranquilla, si no en el resto de municipios del departamento del Atlántico, donde menos de tres días dos personas murieron como consecuencias de balas perdidas.