El municipio de Ocaña, en Norte de Santander, quedó conmocionado tras la captura de Ronald Stiven Trigos Rodríguez, un joven de 21 años acusado por la Fiscalía de haber cometido un acto de crueldad animal en plena zona pública. De acuerdo con el ente acusador, el hombre fue sorprendido en flagrancia cuando arrancaba con sus dientes y manos la cabeza de dos palomas vivas en la Plazoleta 29 de Mayo, un espacio concurrido de la localidad.
Los hechos ocurrieron en la mañana del pasado lunes 15 de septiembre, cuando varios ciudadanos observaron con horror cómo el joven se subía a los palomares instalados en el sitio para atrapar a las aves y atacarlas.
Alarmados, los testigos alertaron de inmediato a la Policía. Al llegar al lugar, los uniformados vieron cómo Trigos intentaba escapar corriendo, pero fue interceptado a pocos metros y posteriormente detenido.
La Opinión dio a conocer que durante las audiencias concentradas, la Fiscalía le imputó el delito de muerte a animal agravado. Aunque el joven no aceptó los cargos, un juez le dictó medida de aseguramiento y ordenó su envío a prisión mientras avanza el proceso en su contra. El fiscal encargado destacó el papel fundamental de la comunidad, que no solo presenció los hechos, sino que colaboró en el reporte y entrega de material probatorio. Lea: Animales ya no son “cosas”: Corte Constitucional los reconoce como seres sintientes
El comportamiento de Trigos Rodríguez permanece sin explicación. La Fiscalía y los habitantes de Ocaña consideran que se trata de un caso de violencia extrema contra los animales, en una situación que no sería aislada. Vecinos del sector afirmaron que el mismo joven habría protagonizado ataques similares en otras ocasiones, lo que genera preocupación por la reiteración de la conducta.
Incluso, videos ciudadanos difundidos recientemente muestran cómo un hombre con características distintas —camiseta morada y pantalón gris— subía a los palomares el mes pasado con aparentes intenciones de atrapar a las aves. Aunque en esa ocasión no fue sorprendido en flagrancia, habitantes aseguran que buscaba cazarlas para luego consumirlas.
La indignación ha ido en aumento, pues en la Plazoleta 29 de Mayo y en el Parque San Francisco han aparecido palomas decapitadas en los últimos meses. Por ello, la comunidad exige mayor vigilancia en los parques y una sanción ejemplar contra el joven capturado, a fin de frenar este tipo de actos de crueldad que atentan contra la convivencia ciudadana. Le interesa Video: denuncian caso de maltrato animal en edificio de Torices