La noche del pasado domingo, 24 de agosto, la ciudad de Cúcuta fue sacudida por un hecho violento que truncó la vida de Juan Diego Celis Yánez, un joven boxeador de 22 años que era considerado una promesa del deporte en Norte de Santander. El asesinato se registró hacia las 11:00 p. m. en el barrio Ospina Pérez en la ciudad de Cúcuta, a escasos metros de su vivienda.
Según las primeras versiones, Celis Yánez caminaba por la calle 16 con avenida 5 cuando fue interceptado por dos hombres que se movilizaban en motocicleta. El parrillero, sin mediar palabra, le disparó en repetidas ocasiones.

El joven intentó escapar, pero recibió tres impactos en la zona abdominal y, ya en el suelo, el agresor le propinó un último disparo en el rostro, causándole la muerte de manera inmediata. Los responsables huyeron rápidamente del lugar, mientras los vecinos intentaban auxiliarlo sin éxito.
Casi un mes después del atroz crimen, el padre del deportista, Pablo Celis Vargas, le relató a los medios de comunicación locales que a su hijo le fue robado un celular de alta gama, el mismo que utilizaba para grabar y compartir en redes sociales sus entrenamientos.
También cuestionó que no existan registros de cámaras de seguridad en la zona y pidió a la Fiscalía General de la Nación avances concretos en las investigaciones.
Una vida dedicada al deporte
Juan Diego Celis había regresado en enero de este año a su ciudad natal tras cumplir con el servicio militar en la Armada Nacional, en el municipio de Timbiquí, Cauca. Su meta era retomar con fuerza el boxeo, disciplina que practicaba desde muy joven y en la que ya había obtenido reconocimientos nacionales y departamentales de la Liga de Boxeo de Norte de Santander.

Aunque algunos reportes iniciales vincularon el hecho con el consumo de estupefacientes en la Comuna 7 de Cúcuta, su familia rechazó de manera tajante esa versión, resaltando que su vida estaba orientada al deporte y exigiendo que el crimen no quede en la impunidad. Le puede interesar leer también aquí: Hallan sin vida al mayor de la Policía Edward Vergara y a su acompañante

