El bullicio de la noche en el barrio El Llano, en Cúcuta, camufló durante algunos segundos los gritos de auxilio de Tatiana Paola Ochoa Argote, una mujer de 29 años que fue atacada con arma blanca el sábado 13 de septiembre. El hecho ocurrió a escasas dos cuadras del parque Mercedes Ábrego, donde funciona un Centro de Atención Inmediata (CAI) de la Policía Metropolitana.
La víctima se encontraba sentada en la grada de un local comercial, que ya estaba cerrado, comiendo un pastel acompañado de ají, cuando fue sorprendida por un hombre que le propinó una puñalada en el cuello.
La escena del crimen fue evidente a la mañana siguiente: el vaso con la salsa, la bolsa del pastel y las manchas de sangre permanecían en el lugar. Lea: Durante fiesta familiar, Fernandito mató a su hermano Rolando Vizcaíno
El rastro de la agresión se extendía sobre el asfalto, pues la mujer alcanzó a caminar unos 50 metros hasta desplomarse en la esquina de la calle octava con avenida novena.
La Opinión dio a conocer que, alertados por la comunidad, varios uniformados llegaron en moto, pero su reacción generó críticas. “Los policías llegaron en moto y no la auxiliaron de inmediato. Estaban ahí, parados, preguntando, en lugar de trasladarla de una vez”, denunció una de las trabajadoras sexuales de la zona. Finalmente, uno de los uniformados ayudó a subirla a un taxi que la trasladó a la Unidad Básica de Atención (UBA) de Loma de Bolívar. Sin embargo, llegó sin signos vitales y el personal médico no pudo hacer nada para salvarle la vida.
Mientras la víctima era trasladada, otros policías adelantaron un operativo en el sector y lograron capturar al presunto agresor, quien quedó a disposición de las autoridades competentes por el delito de homicidio.
Investigan el crimen de Tatiana Ochoa
El asesinato de Ochoa Argote, quien era oriunda de Cali, madre de dos niños de 2 y 10 años y llevaba varios años viviendo en Cúcuta, ha despertado dolor y especulaciones. Sus compañeras de trabajo aseguran que no se trató de un crimen pasional. “Dicen que fue un ‘chirrete’ (consumidor de droga) el que la mató, pero eso parece es que fue mandado y no precisamente es por una pareja a expareja”, señaló otra mujer, insinuando que podría tratarse de un caso de sicariato.
Las hipótesis apuntan a posibles vínculos con redes de microtráfico en el centro de la ciudad, donde Tatiana se habría relacionado en los últimos meses. El crimen se suma a la ola de violencia que afecta al sector. Hace menos de un mes, hombres armados que se identificaron como parte de la banda transnacional Ak-47 difundieron un video en redes sociales adjudicándose el asesinato de un administrador de bar en la zona de El Callejón, y amenazaron con asesinar a “prostitutas, ladrones del centro, jíbaros, recepcionistas, corredores” que colaboraran con otras organizaciones criminales.
De momento, las autoridades insisten en que serán las investigaciones judiciales las que determinen los móviles del homicidio y el grado de responsabilidad del detenido, mientras la comunidad exige respuestas frente a la creciente inseguridad en el corazón de Cúcuta. Siga leyendo: A Juan Fontalvo lo mataron sicarios mientras iba en moto, en Santa Catalina