En medio de la tristeza y el dolor, este miércoles. 10 de septiembre, arribaron a Bucaramanga los cuerpos de los soldados profesionales Danier Felipe Muñoz Ortiz y Cristian Andrés Hernández Jiménez, quienes perdieron la vida tras un ataque con explosivos lanzados desde un dron por integrantes del ELN en la vereda San Isidro, ubicada en límites entre Santa Rosa y Morales, sur del departamento de Bolívar.
De igual forma se conoció que los uniformados eran oriundos de los municipios de Oporapa y Tello, en el departamento del Huila.
Según informó el Comando de la Décima Novena Brigada, pese a los esfuerzos de los enfermeros de combate que acudieron de inmediato a prestar ayuda, los militares fallecieron en el lugar del ataque.
Cuatro soldados más resultaron heridos en la emboscada
En el mismo hecho, otros cuatro soldados resultaron heridos por las esquirlas de los artefactos explosivos improvisados. Tres de ellos reciben atención médica en el dispensario de la Segunda División del Ejército en Bucaramanga, mientras que uno fue remitido al Hospital Universitario de Santander debido a la gravedad de sus lesiones.
El Ejército Nacional rechazó categóricamente esta acción del ELN, calificándola como una grave violación de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Asimismo, enviaron un mensaje de condolencias a las familias de los soldados fallecidos:
“Estos héroes serán recordados como hombres comprometidos con la defensa y seguridad de Colombia”.