En un operativo audaz y coordinado, la Policía Nacional, a través de su grupo antisecuestro y antiextorsión (GAULA), asestó un duro golpe a la criminalidad en Sincelejo, capturando a tres presuntos extorsionistas que operaban en la ciudad y sus alrededores. Las detenciones se realizaron en el perímetro urbano de la capital sucreña.
La labor de inteligencia que permitió desarticular una red que, supuestamente, exigía grandes sumas de dinero a sus víctimas bajo la amenaza de atentar contra su integridad. Los capturados son Edén Gil Robles, alias ‘Jackson’, Maribel Arrieta Pineda y Walter Flórez Márquez.

Las autoridades informaron que la banda operaba en coordinación con reclusos de la cárcel La Vega de Sincelejo, lo que amplificaba su alcance y capacidad de intimidación. La red exigía a sus víctimas entre uno y cinco millones de pesos para no cumplir con sus amenazas.
Esta modalidad delictiva, conocida como ‘extorsión carcelaria’, ha sido un dolor de cabeza para las autoridades, pero este operativo demuestra la efectividad de la colaboración entre las unidades de policía judicial y el sistema penitenciario. La captura de estos individuos no solo desmantela una parte clave de la estructura criminal, sino que también envía un mensaje claro de que la impunidad no tiene cabida en el país.
Perfiles criminales y operaciones internas
La investigación reveló que los capturados tenían roles bien definidos dentro de la estructura criminal, lo que les permitía operar de manera eficiente y coordinada. Edén Gil Robles, conocido con el alias de ‘Jackson’, ostentaba el rol de primer cabecilla. Su historial delictivo es extenso, con 24 anotaciones judiciales por una variedad de delitos, incluyendo homicidio, hurto, violencia intrafamiliar y concierto para delinquir. Por su parte, Walter Flórez Márquez se desempeñaba como el segundo al mando y registraba siete anotaciones judiciales, principalmente por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. La tercera capturada, Maribel Arrieta Pineda, era la encargada de las finanzas de la organización. Su papel era crucial para manejar los recursos obtenidos de las extorsiones. Ella cuenta con tres anotaciones, una por concierto para delinquir y dos por homicidio.

Además de las capturas en la calle, el operativo incluyó la notificación a tres personas más que ya se encontraban recluidas en la cárcel La Vega. Estos reclusos, a pesar de estar tras las rejas, continuaban dirigiendo y ejecutando actividades delictivas. Sorprendentemente, también se les notificó sobre su implicación en cobros ilegales dentro del propio centro penitenciario, incluyendo cuotas para el ingreso a los patios, el uso de pasillos, la compra de celdas y el “derecho a la plancha” (cama).

La desarticulación de esta red en la cárcel demuestra la complejidad y el alcance de las estructuras criminales que operan desde dentro de las prisiones, lo que resalta la importancia de los operativos de inteligencia para atacar el problema de raíz y garantizar la seguridad tanto de la población en general como de los reclusos. La lucha contra la extorsión sigue siendo una prioridad para las autoridades, y este golpe es un paso significativo en esa dirección. Lea también aquí: Así recuperaron una camioneta robada: hay 3 hombres capturados