La comuna Manrique, al nororiente de Medellín, volvió a ser escenario de una tragedia violenta que ha causado profunda consternación entre sus habitantes. Lo que inició como una celebración familiar en el barrio María Cano-Carambolas terminó en un crimen que dejó como víctima a Fernando Velásquez Teherán, un joven de 25 años oriundo de Segovia que se ganaba la vida con oficios varios en la ciudad.
El hecho ocurrió el pasado domingo 31 de agosto durante una fiesta de 15 años celebrada en un salón conocido como El Buen Deseo. Según las autoridades, en medio de la música y el consumo de licor, Velásquez sostuvo una fuerte discusión con un adolescente de 16 años. Lea: A Luz Gómez la mataron con escopeta en su casa: sicarios llegaron en chalupa
La riña, que comenzó dentro del local, se trasladó a la calle, donde el menor atacó al joven con un arma blanca, hiriéndolo gravemente en la región cervical izquierda.
Familiares y amigos trasladaron de urgencia a Velásquez a la unidad intermedia de Santo Domingo, pero los esfuerzos médicos fueron inútiles: ingresó sin signos vitales. El presunto agresor fue aprehendido de inmediato y quedó a disposición del Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes (CESPA) de la Fiscalía. Las investigaciones están a cargo de la Policía Judicial de Infancia y Adolescencia, que busca esclarecer todos los detalles del caso.
Este crimen no solo enluta a una familia, sino que también refleja el complejo panorama de violencia que atraviesa Medellín. En lo corrido del 2025, según El Colombiano, la capital antioqueña ha registrado 224 homicidios, un aumento del 14% frente al año anterior. De estos casos, 58 están relacionados con hechos de intolerancia, mientras que en 80 de los homicidios se han utilizado armas blancas, lo que las convierte en el segundo elemento más frecuente en este tipo de crímenes.
La comuna Manrique, en particular, enfrenta un incremento alarmante de la violencia. Este año ya suma 21 muertes violentas, cifra que representa un aumento del 133% en comparación con las nueve registradas en el mismo período del 2024. Lea: Al médico Hernando Vargas lo mataron a balazos: “No tenía amenazas”
Mientras las autoridades avanzan con las investigaciones y los procesos judiciales, la comunidad de María Cano-Carambolas sigue conmocionada por una noche que, en lugar de convertirse en un recuerdo de celebración, quedará marcada como un símbolo del grave problema de intolerancia y violencia que afecta a la ciudad.