El barrio El Cerrito, en Cúcuta (Norte de Santander), amaneció ayer con una escena cargada de tensión y silencio. El cuerpo sin vida de un hombre yacía a un costado de la vía que conduce al corregimiento de San Faustino, mientras, a escasos dos metros, un grupo de personas bebía cerveza en una tienda y otros vecinos transitaban como si nada ocurriera. Al frente, un pequeño taller continuaba atendiendo a los conductores que llegaban, indiferente al crimen que acababa de estremecer al sector.
El cadáver, expuesto bajo el inclemente sol de la mañana, permaneció en el lugar hasta pasadas las 10 a. m., cuando finalmente una funeraria se encargó de retirarlo. La Opinión dio a conocer que ningún equipo de la Seccional de Investigaciones Criminales (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta ni del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía se presentó en la zona para adelantar la inspección del cuerpo o el levantamiento oficial.
La ausencia de las autoridades, explicaron residentes, obedece a que el sector es considerado “zona roja” por la presencia de grupos armados. Siga leyendo: Fabián Omaña, el apasionado hincha que fue asesinado por sicarios
Testigos aseguraron que el asesinato ocurrió hacia las 2 de la madrugada. Vecinos del sector escucharon gritos y súplicas que precedieron a varios disparos. “Eran varios hombres embotados –que calzaban botas-, como diez. Llegaron caminando y lo traían amarrado. Él pedía auxilio, les decía: ‘¿me van a soltar, verdad?’. Y después sonaron varios disparos. En la mañana, cuando me levanté, lo vi y me dio mucha tristeza, así que lo tapé con una camisa”, relató uno de los residentes a La Opinión.
La víctima, de contextura delgada, barba, jean, franela negra y zapatos marrones, no portaba documentos de identidad. Según las autoridades, tendría entre 25 y 30 años. Las primeras versiones apuntan a que habría sido trasladado desde Venezuela para ser ejecutado en el sector.
El cuerpo, al momento de ser levantado por la funeraria, presentaba varios impactos de bala en la parte posterior de la cabeza, lo que confirma que fue asesinado de manera violenta y sin posibilidad de defensa.
La comunidad, que vive entre el miedo y el silencio, señaló que los presuntos responsables serían integrantes del Ejército de Liberación Nacional (Eln), dadas las características de su vestimenta y la forma en la que actuaron durante el ataque. “Si se meten a El Tunal, porque no se meten también aquí. Nosotros aquí somos gente trabajadora y da tristeza que estas cosas pasen”, expresó con impotencia otro vecino.
Un residente intentó dar aviso a los uniformados que permanecen en el puesto de control ubicado cerca de la cárcel Modelo, a menos de un kilómetro, pero la respuesta fue negativa: no podían acercarse a la zona.
En medio de los rumores que circularon en la mañana sobre la supuesta presencia de un segundo cuerpo en dirección a San Faustino, finalmente se confirmó que se trataba de información falsa. El único registro del hecho de violencia fue el cadáver encontrado en El Cerrito, que hoy se convierte en un símbolo más de la violencia que aqueja a este barrio fronterizo.
Las autoridades locales no han emitido pronunciamientos oficiales sobre el crimen, mientras que los habitantes siguen enfrentando el miedo y la incertidumbre que genera la presencia de actores armados en la zona. Siga leyendo: A joven de 21 años lo asesinaron a cuchillo en medio de una pelea