El 5 de junio pasado, un aparente intento de hurto en Bucaramanga, Santander, terminó en un hecho de extrema violencia que le cambió la vida a Néstor Javier Rabelo Alba, de 26 años. El joven se dirigía a su trabajo y perdió la visión de su ojo izquierdo tras recibir una bala en el rostro con un arma traumática.
Vanguardia conversó con el abogado defensor, Daniel Dulcey, quien relató que esa mañana Rabelo salió de su vivienda, en el norte de la ciudad, y tomó rumbo al centro en su motocicleta. Al llegar a la zona conocida como la Curva de la Virgen, otro motociclista le cerró el paso. “Se dirigía a su trabajo en su motocicleta y, en este sector, fue requerido por el delincuente que iba en otra moto con el fin de hurtarle. Al hacer caso omiso al pare, le disparó en la cara”, explicó Dulcey.
A pesar de la grave herida, la víctima logró llegar al CAI de La Virgen para pedir ayuda. Desde allí, fue remitido al Hospital Universitario de Santander, donde los médicos confirmaron el diagnóstico: “estallido del globo ocular”. Lea: Asesinan a 2 hombres que les iban a robar a un juez y a policía
La Policía reaccionó con un plan candado y capturó al presunto agresor, identificado como Rafael Nieto Cuéllar, en la entrada del barrio Kennedy. Sin embargo, la captura no se tradujo en una detención formal.
Según Dulcey, el problema radicó en que la Fiscalía de la URI no imputó el delito que correspondía.
Lo que está mal es que la Fiscalía […] imputó el delito de intimidación o amenaza con arma de fuego […] cuando lo que aquí ocurrió fue un homicidio en grado de tentativa, porque dispararle a una persona con un arma, así sea traumática, tiene letalidad”.
Abogado de la víctima.
Vanguardia dio a conocer que Nieto Cuéllar no aceptó los cargos y quedó en libertad al no imponérsele medida de aseguramiento. El abogado espera que la nueva fiscal del caso corrija la imputación. “Si no se le formula el cargo correcto, no se le puede juzgar y quedará impune”, advirtió.
Padre de un niño de tres años, Rabelo no ha podido retomar su trabajo como repartidor de mercancías. Más allá de la pérdida de visión, su rostro quedó visiblemente afectado. Su defensa insiste en que este caso debe servir de alerta: “El llamado es a que la Fiscalía capacite a sus fiscales y realice las formulaciones correctas en cada caso. Se debe cambiar la imputación para que haya justicia para este hombre que quedó con su rostro desfigurado”. Lea también: Delincuentes tumbaron a mujer de 62 años de su moto para robarle el bolso