Una mezcla de violencia, drogas y descuido institucional derivó en una tragedia que dejó a una humilde familia del barrio El Progreso, en Cúcuta (Norte de Santander) sin techo y sin pertenencias. El hecho ocurrió el domingo 11 de agosto en la calle 20 con avenida 67, cuando un incendio, presuntamente provocado, consumió por completo dos viviendas contiguas.
En una de esas casas vivía una pareja con sus tres hijos menores de 12 años. La madrugada empezó con una discusión de pareja entre sus vecinos, pero, sin considerar que aquello pasaría a mayores, la familia continuó durmiendo. Horas más tarde, el padre salió rumbo a su trabajo en una mina de Cerro Guayabo, zona rural de El Zulia, mientras la madre permaneció en casa realizando labores domésticas.
Fue entonces cuando, por la parte trasera de la vivienda, notó a su vecino empuñando un machete y golpeando repetidamente una bombona de gas. El gas comenzó a filtrarse y, preocupada, la mujer alertó a través del grupo comunal y solicitó el número del cuadrante de la Policía. Sin embargo, su llamado no fue atendido a tiempo: recibió un número equivocado y la advertencia quedó sin respuesta. Lea aquí: Pena máxima por quemar sede de la Registraduría y causar la muerte a funcionaria
Según narra La Opinión, al mediodía, la madre salió para llevar a una de sus hijas al colegio, dejando a los otros dos menores en casa con la instrucción de huir si el hombre se acercaba. Minutos después, el vecino volvió a atacar la bombona, provocando una fuga masiva de gas y el inicio de las llamas. La llamarada creció con rapidez, amenazando ambas casas. Vecinos rescataron a los niños, mientras el fuego se extendía sin control.
Desde el colegio, la mujer vio la columna de humo elevándose sobre el sector y corrió de regreso. A su llegada, encontró su vivienda ya consumida, sus hijos a salvo bajo el cuidado de vecinos y al presunto responsable amarrado a un árbol por la comunidad.
Bajo los efectos de sustancias alucinógenas, sin camiseta y de contextura delgada, el hombre logró escapar por un momento, pero fue nuevamente retenido y recibió golpes que le causaron sangrado.
La impotencia y el llanto dominaron la escena. Bomberos de Cúcuta llegaron para controlar el incendio, mientras algunos residentes intentaban sofocar las llamas con lo que tenían a mano. El fuego, además de reducir las casas a cenizas, dañó el sistema eléctrico del sector, quemando cables y un contador.
El presunto responsable, identificado como Daniel, fue entregado a la Policía. Según testimonios, no solía ser conflictivo, pero en días recientes había protagonizado fuertes discusiones con su pareja, supuestamente a raíz de una ruptura sentimental. En un aparente ataque de ira, habría decidido incendiar la vivienda que ambos arrendaban, sin considerar que pondría en riesgo a una familia vecina que llevaba apenas un par de meses instalada allí, levantando su hogar con esfuerzo.
Las autoridades investigan el caso para determinar responsabilidades penales. Entre tanto, la familia afectada enfrenta la dura realidad de haber perdido todo, salvo la vida. Lea también: Hombre incendió 3 casas en La Esperanza y dejó en la calle a 12 personas