En la madrugada del pasado domingo, 3 de agosto, el barrio Claret en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander), fue escenario de un nuevo hecho de violencia que cobró la vida de Jonathan Alberto Gutiérrez Flórez, un ingeniero mecánico de 37 años, ampliamente conocido en la comunidad por su labor como docente del SENA y por ser el propietario del taller ‘Moto Locuras’.
Gutiérrez, a quien muchos conocían como “El Loco”, fue atacado a tiros frente a la manzana 33 del sector, justo al lado de la cancha Las Gemelas. Según el informe preliminar de las autoridades, dos hombres en una motocicleta NKD negra lo estaban esperando. Apenas descendió de su vehículo, recibió al menos seis impactos de bala por la espalda, sin que mediara palabra alguna.

Vecinos alertados por los disparos dieron aviso a la Policía, que llegó rápidamente al lugar. Sin embargo, al revisar los signos vitales del hombre, confirmaron que ya no había nada que hacer. Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) realizaron el levantamiento del cuerpo.
Sin pistas claras sobre los móviles
Hasta el momento, los móviles del asesinato permanecen bajo investigación. Si bien algunos rumores apuntan a un posible ajuste de cuentas vinculado a disputas entre barras del Cúcuta Deportivo, esta versión no ha sido confirmada por las autoridades.
Jonathan Gutiérrez era muy querido por sus clientes y vecinos. Su taller, ubicado en el barrio Atalaya, se había convertido en un punto de referencia para motociclistas de la zona.

Su pasión por la mecánica lo llevó no solo a emprender, sino también a formar a decenas de jóvenes como instructor del SENA.
Su repentina muerte ha causado conmoción en la comunidad, que hoy lamenta la pérdida de un hombre trabajador, apasionado y con vocación de servicio.