Para todos los que conocieron a Kevin Overni Betancur Otero, él era un joven brillante, trabajador, estudioso y ejemplar, por eso sienten que su trágica muerte no tiene sentido, no tiene razón y piden a las autoridades que investiguen y hagan justicia.
A Kevin lo asesinaron de un balazo en el tórax, justo en la parte baja de su axila, en la noche del pasado 22 de julio, cuando dos sicarios en moto llegaron a una esquina de la calle principal del sector La Puntilla, en el barrio Olaya Herrera, y dispararon contra un grupo de jóvenes. Lea: Kevin, el ingeniero biomédico que mataron mientras visitaba a un amigo
Este medio habló con Over, padre de Kevin, y entregó detalles del vil ataque en el que murió su hijo, de 23 años y residente en ese sector. “Kevin estaba con un primo comiendo fritos en una mesa en esa esquina. Como él se iba para Medellín al otro día, se estaba despidiendo de algunos amigos y por eso se encontraba allí y con ese grupo, pero fueron solo minutos”, contó el padre.

A los asesinos por encargo solamente les bastó esos minutos para destruir a una familia y llenar de angustia a una comunidad. Los sujetos dispararon contra los jóvenes y es allí cuando balean al vendedor de fritos, a Kevin y a su primo. “Los llevamos a la clínica, pero mi hijo no soportó y murió de inmediato”, recordó el papá.
Over comenta que testigos de los hechos le explicaron cómo se dio el acto sicarial. “Mi hijo estaba en el sitio, pero los sicarios no iban por él porque Kevin se encontraba en una zona libre y visible. Lo que sucedió es que esos tipos dispararon y cuando ya iban en la moto hicieron un tiro hacia atrás, como para que nadie los siguiera o les disparara, y fue entonces cuando impactaron a Kevin”.
Familia de ingeniero biomédico asesinado en Olaya consideran que fue un error
Para la familia del joven lo ocurrido fue un error de los sicarios o una bala perdida. “Ese atentado no era para Kevin, él no tenía ningún problema, era una persona estudiosa, trabajadora, buena, que se equivocó al estar en aquel sitio en ese momento. A él le da la bala porque se puso de pie e intentó correr”, añadió Over.

La versión de este padre, que no ha parado de llorar desde ese día, hace conjunto con la información suministrada por la Policía Metropolitana que asegura que la víctima no tenía anotaciones judiciales o líos personales.
Además, la vida de Kevin siempre estuvo enfocada en estudios y deseos de salir adelante. “Desde niño fue estudioso, siempre se destacó, siempre quiso ser un profesional, alejado de todo vicio. Estaba estudiando Ingeniería Biomédica en la Universidad Antonio Nariño y era tan buen estudiante que habló con sus docentes y estos le permitieron hacer las prácticas en la Clínica Crecer antes de que le tocara su turno”, relata el familiar.

Añade que “en la clínica aprendió mucho y luego le salió un trabajo mejor pagado en Medellín, entonces tomó la decisión, hace mes y medio, de irse a trabajar allá también. Laboraba allá y acá porque él sueño de él era graduarse, hacer una especialización y tener su propia empresa”.
A Kevin le permitieron seguir estudiando virtualmente y unos días antes de su muerte llegó a Cartagena para cuadrar lo del pago de su semestre haciendo unos trabajos en clínicas de la ciudad. “El 5 de agosto tenía que pagar el semestre, entonces estábamos cuadrando todo para obtener el dinero, la manera de él era trabajar arduamente y cuando no alcanzaba, tocaba empeñas cosas, pero lo importante era seguir adelante”, señaló el padre.

Over y Maira piden justicia, exigen que se investigue el caso y que capturen a los homicidas. Añaden que en la zona hay cámaras de seguridad para que sean analizadas y le envían un mensaje al sicario que acabó con los sueños del menor de sus tres hijos. “Muchacho, que te perdone Dios porque lo que hiciste fue algo absurdo, mi hijo no lo merecía y esto nos partió el alma en mil pedazos”, expresaron los padres de Kevin.