La justicia ha hablado. Jefferson Fernando Loaiza Saavedra pasará los próximos 19 años tras las rejas, condenado por su participación en un audaz robo que despojó a un local de juegos de azar en Manizales de $400 millones de pesos.
La contundencia de las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación fue clave para que un juez de conocimiento emitiera esta sentencia, que, aunque de primera instancia y sujeta a recursos, envía un claro mensaje contra la criminalidad.

El caso se remonta al 24 de julio de 2017, cuando Loaiza Saavedra, en compañía de tres cómplices, irrumpió en un establecimiento de juegos de azar en la capital caldense. Armados con pistolas y armas blancas, los asaltantes intimidaron brutalmente al empleado de turno, forzándolo a entregar el dinero de las ventas.
La escena de terror culminó con los delincuentes apoderándose de la caja fuerte, que contenía la impresionante suma de $400 millones, para luego darse a la fuga en dos motocicletas, dejando tras de sí un rastro de pánico y cuantiosas pérdidas. Lea también: Maruan Amra, el médico veterinario que se ahogó en una playa
La persecución y la condena
Desde el momento del atraco, las autoridades desplegaron una intensa labor de investigación. Un fiscal seccional de la Unidad de Hurtos lideró la pesquisa, recopilando meticulosamente cada detalle que pudiera llevar a la identificación y captura de los responsables. Las pruebas recolectadas, que incluyen testimonios, análisis forenses y material probatorio, fueron cruciales para construir un caso sólido contra Loaiza Saavedra.
La colaboración entre el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía Nacional fue fundamental en este proceso, demostrando la eficacia del trabajo articulado de las instituciones para combatir el delito.

La captura de Jefferson Fernando Loaiza Saavedra se materializó gracias a la persistencia de los funcionarios del CTI y la Policía, quienes finalmente lo pusieron a disposición de la justicia para que cumpliera la sentencia dictada. La condena de 19 años de prisión no solo es un castigo por el hurto calificado y agravado, sino también por la fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, delitos que exacerbaron la gravedad de sus acciones.
Este fallo, aunque aún puede ser apelado, representa una importante victoria para la justicia y un alivio para la comunidad, que ve cómo los crímenes de alto impacto son castigados con la severidad que merecen.
La sentencia contra Loaiza Saavedra es un recordatorio de que la impunidad no tiene cabida y que, tarde o temprano, quienes vulneran la ley enfrentarán las consecuencias de sus actos. Puede leer también aquí: Capturan a un hombre por el homicidio de su propio hermano: “Por herencia”