La historia de Kevin Overni Betancur Otero es similar a la de muchos jóvenes del barrio Olaya Herrera, de Cartagena, que se marchan de su tierra buscando mejores oportunidades, cumplir sueños y sacar a sus seres queridos adelante.
Con un morral cargado de ilusiones emprenden nuevos caminos, pero nunca olvidan sus raíces, sus seres amados, sus amigos y por eso, cada vez que pueden vuelven para compartir con ellos y recordar aquello que han vivido y los ha hecho más fuertes. Lea: Sicarios mataron a Kevin Betancur en Olaya y dejaron a otro hombre herido
Kevin se marchó a Medellín buscando esas oportunidades laborales y las había conseguido. Con 23 años, ya era ingeniero biomédico y tenía cierto tiempo de experiencia laborando en Cartagena. No conforme con eso, Kevin hacía parte de un emprendimiento biomédico y a diario usaba sus redes sociales para mostrarle al mundo la magia de esa ingeniería.
Sus padres se sentían orgullosos de él y por eso, cuando hace unos días llegó de visita a su casa en el sector La Islita de La Puntilla, en Olaya Herrera, lo recibieron con mucho amor. Lastimosamente eran pocos días de permiso y este miércoles 23 de julio tenía que volver a la capital de Antioquia.
¿Una equivocación? La trágica visita del ingeniero biomédico
Kevin no pudo viajar para seguir luchando por sus sueños. En la noche del martes (22 de julio) sicarios en moto le dispararon mientras se encontraba en una esquina de la calle principal de La Puntilla.
La Policía Metropolitana ya se pronunció sobre este homicidio e informó que en el ataque a bala perdió la vida Kevin y otro joven que estaba junto a él resultó herido. Eran las 8:40 p. m.
A Betancur Otero y a la otra persona lesionada los trasladaron rápidamente a un centro asistencial cercano. Kevin corrió con la peor suerte; los balazos que recibió en la cabeza y otras partes del cuerpo resultaron mortales. La Metropolitana agregó que la persona que resultó herida se encuentra recibiendo atención médica para su recuperación.
Este medio conoció, de manera extraoficial, que Kevin se encontraba con un primo suyo visitando a unos amigos en aquella esquina. Tal parece que, como ya regresaba a Medellín, decidió pasar un momento para saludar a sus viejas amistades.
Un testigo de los hechos narró que los sicarios llegaron en una moto de color negro y dispararon contra el grupo de jóvenes, llevando Kevin la peor parte. Estos datos dan la sensación de que pudo tratarse de una equivocación o error de los homicidas.
En un video grabado en el CAP de Olaya, donde intentaron reanimar a la víctima, se escucha a alguien cercano a la familia decir que: “él estaba lavando su ropa porque ya mañana (hoy) se iba otra vez. Fue el primo el que lo buscó y él lo acompañó. Kevin no tomaba, no fumaba, no se metía con nadie, pasaba era pendiente a su trabajo y estudios”.
Se espera en las últimas horas que las autoridades entreguen nuevos detalles de la investigación del caso que enluta a su familia a la que intentamos entrevistar, pero en medio de su dolor guardaron silencio.