La tranquilidad de la noche del domingo 29 de junio en el barrio El Talento, en Cúcuta (Norte de Santander), se vio abruptamente interrumpida por el estruendo de varios disparos. Eran cerca de las 11:00 p.m. cuando los vecinos del sector La Flor, parte alta, escucharon lo que parecía ser una fuerte discusión. Aunque no se logró determinar el motivo del altercado, lo que vino después dejó a toda la comunidad sumida en el desconcierto: al menos ocho disparos retumbaron en la oscuridad y luego todo quedó en silencio.
La mayoría de residentes, acostumbrados a que en las noches —especialmente los fines de semana— se escuchen disparos al aire como parte de celebraciones, decidieron no salir. Otros, por temor, se encerraron en sus viviendas. Nadie presenció el momento exacto del crimen. Solo horas más tarde se conoció la tragedia: el cuerpo sin vida de un hombre yacía en la calle de tierra, con múltiples heridas de bala y sin signos vitales.
Se trataba de Carlos, un adulto mayor de aproximadamente 70 años, muy conocido y querido en la zona. Su cadáver quedó tendido sobre el mismo camino por donde había caminado durante años, pues vivía a tan solo una calle del lugar de su asesinato, junto a su hijo, quien trabaja como vigilante en la zona del aeropuerto. Siga leyendo: Una familia murió en extrañas circunstancias en finca: hay una hipótesis
Lo más doloroso para muchos, asegura La Opinión, fue el desconcierto de una de sus vecinas, una mujer que lo había conocido apenas dos semanas atrás y con quien había entablado una relación de confianza. Carlos trabajaba para ella como obrero en unas mejoras que estaban realizando en su vivienda.
La mañana siguiente al crimen, ella esperaba que él llegara como de costumbre a continuar sus labores, y se molestó al no verlo. Su sorpresa fue mayúscula cuando alguien le dijo: “Señora, a don Carlos lo mataron anoche.”
El crimen ocurrió a pocos metros de su lugar de trabajo. Don Carlos no solo ayudaba en obras pequeñas, también era conocido como “el fontanero” del sector, pues se encargaba de gestionar el paso del agua en una zona donde el suministro llega por sectores. Para muchos, su asesinato resulta incomprensible.
Las autoridades fueron notificadas varias horas después del homicidio y llegaron al sitio para realizar el levantamiento del cadáver, que inicialmente no fue identificado. A pesar de haber iniciado la investigación, hasta el momento no se conocen detalles sobre los responsables ni el móvil del crimen.
La comunidad de El Talento, consternada, lamenta profundamente la pérdida de un hombre trabajador, amable y servicial, cuya vida fue arrebatada en medio del misterio. Lea más aquí: Patricio, a prisión por matar con fusil al ganadero Edo Méndez en Bolívar