Un espeluznante crimen tiene bajo conmoción a los habitantes del municipio de San Onofre, en Sucre. Un hombre es presuntamente señalado de asesinar a su propio papá en medio de una discusión familiar justo el día en que se celebró en Colombia el Día del Padre.
El homicidio ocurrió exactamente en la noche de este domingo 15 de junio en el corregimiento de Palo Alto. La víctima mortal fue identificada como Eusebio Castro Julio, un hombre reconocido y respetado en su comunidad por su trabajo y amabilidad. Le puedo sugerir: A la cárcel el joven que mató a su papá: a John Oliveros lo decapitó su hijo
Medios digitales de la región aseguran que el hijo de la víctima sufriría de problemas psiquiátricos y tal parece que no recibe el tratamiento adecuado. Algunas versiones sugieren que la situación se originó tras un episodio de crisis mental, mientras que otras indican que el asesinato sucedió en medio de una discusión que se salió de control.
“Los vecinos, alertados por los gritos, acudieron rápidamente al lugar del incidente, pero lamentablemente no pudieron evitar la tragedia. Eusebio falleció antes de recibir ayuda médica”, dice en su publicación el portal digital Emisora Costeña. Le puede interesar: Brutal feminicidio de Yesica Crespo en Arjona: a la mujer la mató su pareja
La Policía Nacional detuvo al presunto agresor y lo mantiene bajo custodia mientras las autoridades judiciales investigan el caso con el apoyo de la Fiscalía. Por el momento, no se descartan ninguna línea de investigación.
Una tragedia como esta ocurrió el pasado 25 de mayo en el corregimiento de La Loma de Calenturas, en jurisdicción en el municipio de El Paso, en el Cesar.
A John Ángel Oliveros Brocheta, de 21 años, lo capturaron con “las manos en la masa”. En su poder aún tenía un revólver y un machete lleno de sangre. Con esta última arma, según los testigos, asesinó a su propio papá en medio de una discusión, mientras ingerían licor cerca de su casa.
La víctima de este brutal homicidio fue John Jairo Oliveros Beleño, de 43 años y oriundo de Chivolo (Magdalena), quien era conocido en el pueblo por su oficio como “carro mulero”. Padre e hijo vivían solos en una vivienda arrendada desde hacía dos años en La Loma de Calenturas y no tenían familiares en el sector.