El 7 de mayo, en la calle 65 con carrera 9B de Bucaramanga, Alexander Parra Carrillo, de 50 años, fue protagonista de un acto que conmocionó a la comunidad: el asesinato de un gato conocido como Michín. El hecho ocurrió justo en la esquina del cambuche donde Parra residía. Las autoridades, tras adelantar la investigación, lo capturaron por el delito de maltrato animal.
Parra no solo reconoció su culpabilidad en los hechos, sino que además llegó a un preacuerdo con la Fiscalía y ofreció públicamente disculpas por lo sucedido. Sin embargo, esto no fue suficiente para que la Fiscalía creyera en su supuesta redención.
Pese a su confesión y al perdón ofrecido, el ente investigador se mostró firme en su posición y se opuso a que el acusado regresara a su lugar de residencia habitual. Lea también: Maltrato animal: capturado hombre que atacó con cuchillo a un perro
Vanguardia dio a conocer que la audiencia de verificación del preacuerdo se llevó a cabo este viernes 13 de junio ante la Juez 27 Penal Municipal con función de conocimiento. Desde la 1:00 p.m. y durante más de dos horas, se escucharon los alegatos de las partes. Hacia las 2:30 p. m., la fiscal cuarta seccional del Medio Ambiente de Bucaramanga, Liz Fernanda Prado Rojas, tomó la palabra con determinación. Aunque la pena que Parra enfrentaría por el crimen es de solo dos años, la fiscal solicitó expresamente que no se le concediera el beneficio de la libertad condicional.
Durante su intervención, Prado Rojas presentó detalles clave del caso, sustentados en la Ley Ángel, y reveló que el asesinato de Michín no sería el único acto de violencia contra los animales en el que estaría involucrado el acusado. Según las pruebas reunidas, Parra también habría participado en otros actos de crueldad animal en el barrio, además de estar implicado en riñas, consumo de sustancias psicoactivas, venta de drogas y comportamientos agresivos.
“Parra Carrillo ni siquiera convive con los suyos, apartado por sus vicios”, afirmó la fiscal. Añadió que el hijo del acusado también habría lanzado amenazas contra la dueña del gato y su familia.
Danilo González, abogado de la víctima Sandra Viviana Otálora Leal, también intervino. Calificó como “aberrante” el accionar del acusado y describió cómo Parra esperó fríamente a que el gato muriera mientras lo estrangulaba. Por ello, insistió, al igual que la fiscal, en que el castigo se cumpla en un centro penitenciario. Siga leyendo: Indignación: mujer fue sorprendida abusando de un perro, ya fue detenida