La mañana de este jueves 12 de junio se tornó trágica para tres trabajadores de Centroabastos (Bucaramanga), quienes se movilizaban rumbo a Lebrija, Santander, tras haber culminado su jornada laboral. Entre ellos iba Robinson Bueno, conocido con cariño por sus allegados como Gamarra. Había salido temprano, al volante de un vehículo tipo turbo con placa TRF549, acompañado por un hombre y una mujer, sus compañeros de trabajo.
El grupo se despidió con normalidad, como lo hacía cada vez que salían después de cumplir su turno nocturno. Según dio a conocer Vanguardia, Robinson tenía el semblante agotado, pero eso no despertó mayor preocupación entre quienes lo vieron, pues era común en él luego de una noche de trabajo.

Sin embargo, mientras recorrían la vía Girón–Lebrija, ocurrió lo impensado. A la altura del kilómetro 4, en el sector conocido como San Pablo, poco después del peaje, Robinson perdió el control del vehículo. Se presume que el cansancio pudo haber influido en el accidente. El turbo impactó violentamente contra la parte trasera de un camión Kodiac cargado, que intentaba girar en un retorno.
El golpe fue devastador. La cabina del vehículo que conducía Gamarra quedó completamente destrozada. Robinson murió en el acto.
Su cuerpo quedó atrapado entre la silla del chofer y la estructura metálica del vehículo, según las informaciones iniciales. Bomberos de Lebrija realizaron el rescate del cuerpo con sumo cuidado, mientras que la Unidad Criminalística de la Seccional de Tránsito y Transporte adelantó el procedimiento de levantamiento del cadáver.
Los otros dos ocupantes del vehículo lograron salir por la puerta opuesta y fueron trasladados a un centro asistencial. Presentaban contusiones en brazos y cabeza, según relataron los testigos del hecho. Las autoridades de tránsito investigan si el fatal accidente ocurrió producto de un microsueño. Siga leyendo: Estos son los nombres de los 31 heridos que dejó el accidente de un bus en Barú