Luz y Héctor sienten que les arrancaron el corazón del pecho. Desde la mañana del martes 10 de junio no pueden dormir, comer ni descansar, porque ese día supieron que el menor de sus cuatro hijos había muerto en un atentado terrorista en Villa Rica, Cauca.
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REDACCIÓN SUCESOSEllos son los padres de Duván Andrés Ramírez Cárdenas, un patrullero cartagenero con más de 8 años al servicio de la Policía Nacional y que se convirtió en una de las víctimas de los ataques contra la fuerza pública en los últimos días en el país, a causa de la muerte de alias ‘Mayimbú’, jefe de las disidencias de las Farc, quien fue abatido en combates. Lea: Policía cartagenero murió en atentado con carrobomba en peaje de Cauca
En su vivienda, en el sector Isla de Belén del barrio Nuevo Paraíso, en el suroriente de La Heroica, esta pareja espera el cuerpo del uniformado, quien era padre de un menor de 8 años quien ahora llora su ausencia. Están desesperados por despedirlo entre familia y como se lo merece, como un héroe.
“Mi hijo era una persona maravillosa, especial y amorosa. No merecía esto, pero bueno, Dios lo quiso así y hay que aceptarlo con todo el dolor que eso trae. Ahora queremos darle el último adiós”, dijo Héctor, en medio de sus lágrimas.
Contó que Duván siempre quiso ser policía. “Desde niño soñaba con portar ese uniforme. Primero fue auxiliar de la Policía, luego fue a la escuela y seguido prestó su servicio en Cauca. Estuvo en San Vicente del Caguán, en La Montañita y ahora estaba en Villa Rica. Es el único policía de la familia”, relató el padre.
Luz, la madre, recuerda cómo fue la mañana de aquel terrible 10 de junio. “Mi hijo habló conmigo como a las 8, me dijo que todo estaba bien, tranquilo y sin novedades. Le pregunté por los atentados que esos días habían ocurrido por allá y él me dijo que donde él estaba todo marchaba normal, que lo que estaba haciendo ahora era la inspección de un accidente de tránsito”, relató.
Duván Andrés se encontraba adscrito a la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía del Cauca, dedicado a la seguridad, monitoreo, control y protección de las carreteras. Media hora después de hablar con su madre, se ubicó con varios compañeros en el peaje de Villa Rica, cuando apareció una buseta cargada con explosivos y fue detonada sobre la vía Panamericana entre Cali y Popayán. El cartagenero murió al instante y sus compañeros quedaron heridos.
“Mi hijo siempre que le daban descansos o permisos venía a Cartagena, a estar con su familia. Era un policía responsable, entregado y noble. El equipo de psicología de la Policía Metropolitana de Cartagena nos está acompañando en esta tragedia porque nosotros no sabemos qué hacer”, finalizó el padre.
Los restos del patrullero permanecen en Cali y próximamente serán trasladados hasta Cartagena para darle cristiana sepultura y un homenaje por su entrega a la institución y a los colombianos.
El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, lamentó la muerte del cartagenero y de los patrulleros Juan Carlos Amaya Méndez, en Sonsón (Antioquia) y Jair Gonzalo Gurrute Bolaños, en Caloto (Cauca), ocurridas ese mismo martes.
“Ese día se dieron 24 acciones terroristas concentradas en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, dejando como resultado cinco civiles muertos y dos policías asesinados: patrullero Jair Gonzalo Gurrete Bolaños en Caloto y el el patrullero Duván Andrés Ramírez Cárdenas en Villa Rica, Cauca. Igualmente, en un hecho presentado en Sonsón, Antioquia, fue asesinado el capitán Juan Carlos Amaya Méndez en medio de actividades operacionales contra del Clan del Golfo”, escribió en sus redes sociales.
Añadió que “en total resultaron heridas 28 personas, entre las cuales se encuentran 19 civiles, siete policías y dos militares. Las modalidades utilizadas por parte de estos grupos armados ilegales se encuentran cuatro vehículos adecuados con explosivos, tres motocicletas bomba, 10 lanzamientos de artefactos explosivos, cuatro ataques con armas de fuego y dos hallazgo de cilindros bomba en vía pública”.