Carlos Andrés López Macías quería ganar dinero para darle estabilidad a su esposa e hijo de 8 años en Magangué, Bolívar. Tenían muchos sueños, muchas ilusiones, y las posibilidades de lograrlo en ese puerto pesquero eran escasas.
El hombre, de 32 años, oriundo del corregimiento de Piñalito, jurisdicción de Magangué, había prestado servicio militar y consideró que, con sus conocimientos en armas y militancia, podía obtener recursos siendo mercenario por lo que viajó a Ucrania. Lea: Dolor en Magangué: Carlos López murió en la guerra de Ucrania y dejó un hijo
Según informó su padre, Norberto López en conversación con El Universal, el joven llevaba un año y nueve meses viviendo en Ucrania y participando activamente en el conflicto armado con Rusia. “Dicen que fue una bomba la que lo mató, pero la verdad no sabemos bien”, comentó su padre entre lágrimas.
Murió a principios de mayo, en medio de combates con los rusos y en una zona de difícil acceso. Carlos se convirtió así en un miembro de la dolora lista de colombianos que a diario pierden la vida peleando por un país que ni siquiera conocen y por el que van expresamente por dinero que a veces ni logran disfrutar.
Desde el 14 de mayo, sus padres y demás familiares lucharon para repatriar el cuerpo, un procedimiento difícil, costoso y agotador. El cuerpo primero fue llevado hasta Bogotá y en las últimas horas lo trasladaron a Magangué, donde le dieron sepultura esta tarde.
Carlos residía en el barrio El Recreo junto a su familia, con quienes intentaba mantener contacto frecuente, pese a las complicaciones derivadas de la distancia y las condiciones de la guerra.
Sus seres queridos lo vieron por última vez el 8 de enero, cuando finalizó un permiso de un mes de vacaciones que pasó en su natal Magangué antes de regresar al conflicto.
Es el segundo bolivarense que muere en dicha guerra en lo que va del año, el primero fue el exmilitar cartagenero Sergio Luis Palomo Clemente, quien murió en diciembre del 2024, pero pero fue sepultado por su familia el pasado mes de enero.