Los asesinos reaparecieron en Cartagena para empañar a otro barrio y a otra familia de sangre, dolor e impotencia. Desde el pasado 4 de junio, cuando le quitaron la vida a Andrés Felipe Olier De Arco, de 22 años, en Boston, no se escuchaban las balas de los pistoleros, pero en la madrugada de este domingo retumbaron en Nelson Mandela.
Deyner David Casseres Valdez, de 21 años, es la nueva víctima. Según sus familiares, el joven vivía en el sector Campo Bello, pero en la madrugada de este domingo, fue llevado hasta una zona enmontada y apartada por unos sujetos que no han sido identificados. Lea: Andrés Olier, el joven que sicarios mataron en Boston: tenía 22 años
“A él se lo llevaron hasta ese espacio para asesinarlo. Hace un mes y medio sufrió un atentado similar y le propinaron un balazo, pero se salvó gracias a un vecino que evitó que el sicario lo rematara en el suelo. Esta vez no fue posible y le quitaron la vida”, contó Vicente Casseres, su abuelo y quien es un reconocido periodista deportivo de Bolívar.
El pariente considera que su nieto no era una persona mala y sin escrúpulos, pero hizo amistad con jóvenes que no debía. “Él era un muchacho casi que indefenso, no tenía esa maldad, pero el problema es que andaba con sujetos de dudosa reputación, en esas cuestiones de pandillas y eso pudo costarle la vida”, explicó.
Deyner se dedicaba a oficios varios y siempre recibió la guían y control de su familia, con raíces palenqueras, pero a veces no escuchaba aquellas recomendaciones. “Le dábamos consejos, le preguntábamos si tenía algún problema. Le decíamos que se cuidara, que dejara de esas amistades”, señaló el periodista.
Por ahora no hay capturados, ni reporte oficial de la Policía Metropolitana, pero se presume que los pistoleros escaparon en motos con rumbo hasta ahora desconocido. “Esperamos que se haga justicia, que den con los homicidas”, agregó el abuelo. La víctima no dejó hijos.