Tres cuerpos, dos hombres y una mujer, fueron encontrados en una zona apartada y enmontada, en el área rural del corregimiento de Palmor, en Ciénaga (Magdalena), el pasado 31 de mayo.
Tenían signos de tortura, impactos de bala y sus condiciones físicas eran deplorables por lo que necesitaron cotejos de huellas y pruebas de ADN para dar con sus identidades en Medicina Legal. Lea: Un muerto y un herido en sicariato dentro de venta de chicharrones
Esta masacre, la primera del año en esa zona del país, ha despertado todo tipo de reacciones en Magdalena y poblaciones aledañas. Consideran que es el resultado del terrible conflicto armado que atraviesan.
Tras los exámenes forenses, las autoridades confirmaron que una de las víctimas es el cartagenero Manuel Daniel Julio Anaya, de 28 años, quien al parecer había llegado a esta zona en busca de trabajo.

“Un reporte policial indicó que el cartagenero fue blanco de varios disparos. Tres de los impactos de bala se alojaron en su pecho, mientras que otros dos le dieron en la cabeza. De las otras dos víctimas, no se tiene identificación indiciaria, pero se presume que sería un samario y una ciudadana de nacionalidad venezolana”, informó el medio Diario Hoy Magdalena sobre el caso.
Defensoría del Pueblo hizo un llamado a las autoridades para que esclarezcan lo sucedido, y a los grupos armados para que saquen a la población civil del conflicto.
“Los cuerpos permanecen en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la capital del Magdalena, donde fueron sometidos a los procedimientos de rigor a espera que sus familiares inicien los trámites de reconocimiento y retiro. Se espera que en los próximos días sean sepultados”, añadió el medio de comunicación, es decir, el cartagenero no ha sido reclamado por sus parientes.
El rostro del cartagenero se hace público con el objetivo de dar con sus parientes y que estos conozcan su situación.