Wilmer Guerra, padre de Wilmary Carolina Guerra Montilla, la mujer 32 años de edad que salió el 18 de septiembre de 2023 desde el municipio de Malambo, Atlántico, hacía una finca sin determinar, y que el día domingo fue encontrada enterrada una finca de Manatí, después de más de 20 meses de búsqueda por parte su progenitor.
En entrevista con Emisora Atlántico, el señor Wilmer Guerra, dijo que siempre sospechó que el responsable era el excompañero de su hija. Y fue precisamente en una finca donde la enterró y fue el hermano del presunto victimario el que los llevó al sitio donde la enterró. Lea aquí: Hallan enterrado el cuerpo de Wilmary Guerra, desaparecida en el 2023
Sobre el paradero del presunto responsable dijo que hasta el momento no se tiene información al respecto. “Se especulan varias cosas de que pueda estar en Barranquilla, en una oportunidad tuve conocimiento de que tiene un hermano en Manatí, que es pastor y supuestamente había viajado a México y cuando se vino se dio la posibilidad de que el regresara a México con su hermano. No sabemos exactamente con precisión si el hombre se puede encontrar todavía en la zona o no”.
Un hermano del ex compañero de Wilmary fue el delató donde estaba enterrado el cuerpo. Era el que cuidaba la finca. “Yo tengo la certeza, de casi el 100%, de que ese señor también actuó en el crimen de mi hija, porque nadie va a llevar a las autoridades a un sitio específico para decir dónde estaba el cuerpo. La única manera de poder saber, en una finca bastante grande, donde hay alguien enterrado es que haya estado previamente en ese sitio. Y sabía exactamente donde la habían enterrado”.
“Para mí el hermano también es culpable. Pero que no quiera asumir su responsabilidad y que quiera tergiversar la información que realmente es, ya eso es otra cosa. Pero los hechos nos indican que realmente él estuvo allí, porque si no, no hubiese dado exactamente con el sitio donde enterraron a mi hija”.
Wilmer Guerra, padre de Wilmary Carolina Guerra Montilla.
En Emisora Atlántico contó las veces que vino desde Maracaibo, Venezuela, hasta Barranquilla para encontrar a su hija. El señor Wilmer Guerra dijo que desde el 10 de octubre de 2023 llegó a la capital del Atlántico, “y a partir de allí fue una labor incansable. Solamente regresé a Venezuela en diciembre de 2024 porque la Fiscalía entró de vacaciones colectivas y obviamente no iba a hacer nada acá. Incluso, el fiscal me dijo que me podía ir a Venezuela porque estaba cerrada la Fiscalía y para que compartiera con el resto de la familia, porque ya tenía más de un año acá”.

Narró que regresó en enero de este 2025 y continuó haciendo las gestiones. “Yo tengo contabilizado, dentro de mis registros, quizás me quede corto, 117 veces de haber ido a la Fiscalía. Eso pasó por varios fiscales y lamentablemente hay que decirlo, pero aparecieron el doctor Diego y el investigador Urina, quienes fueron unos ángeles que me cayeron del cielo, porque realmente ellos tomaron ese caso como propio. Eso fue un reto. El doctor Diego me prometió a mí que iba a conseguir a mi hija”. Siga leyendo: A una pareja la mataron a balazos en un bar: detalles del crimen
Manifestó que al principio no se le dio la importancia al caso, pero seguía asistiendo a la Fiscalía 2 o 3 veces a la semana. “Supe de alguien que dijo en la Fiscalía que yo era muy intenso, porque iba casi todos los días, pero otro le respondió, ‘pero cómo no va ser intenso si es su hija la que está desaparecida, ¿qué harías tú en caso de que se presente la misma situación?’. Yo no comí de ese cuento y seguí haciendo las gestiones constantemente. De hecho, yo fui el que consiguió la finca, porque noté que no había el interés y me arriesgué a pesar de todo, porque en algún momento pensé que se trataría de una trampa y me desaparecieran a mí también”.

Sostuvo que, a pesar dado con el lugar dónde estaba la finca, a la que llegó por un video que Wilmary grabó horas antes y que envió a una amiga en México y fue fundamental para que él pudiera dar con la finca, después vino otro camino por recorrer para poder que las autoridades le pusieran atención.
“Las cosas estaban ahí y no se movían, solo faltaba un impulso, porque yo desde el primer día que me enteré de la desaparición de mi hija, cuando puse la denuncia penal, yo lo señalé a él, porque tuvo hasta el atrevimiento de pasar unos mensajes amenazadores contra mi hija… tenían todo, pero no había interés, hasta cuando aparecieron esos dos ángeles que me ayudaron y se pudo encontrar el cuerpo de mi hija”, terminó diciendo.