A plena luz del día, a eso de la 1:10 de la tarde del martes 20 de mayo, un sicario llegó caminando con aparente tranquilidad al barrio Centro del municipio de Yondó, en Antioquia. Sin levantar sospechas, se dirigió directamente hacia una de las viviendas del sector con un objetivo claro. Una vez tuvo a su víctima a la vista, no dudó: sacó el arma y disparó cuatro veces de manera consecutiva.
En un intento desesperado por evitar la tragedia, una mujer se interpuso entre el atacante y el joven que era su blanco. Era su madre, Luz Dary Valencia Contreras. El asesino no se detuvo. Apuntó también contra ella y la acribilló sin mostrar remordimiento alguno. Acto seguido, huyó del lugar, dejando a los testigos paralizados por el horror y sin tiempo para reaccionar.
Los gritos de los familiares alertaron a los vecinos, quienes ingresaron a la casa y se encontraron con la escena desgarradora. En el piso de la cocina yacían Luz Dary y su hijo de 16 años, gravemente heridos.
Ella había utilizado su cuerpo como escudo humano, intentando salvar la vida de su hijo. La sangre marcaba el camino por todo el apartamento, mientras los demás hijos de la mujer, aún en estado de shock, corrían por la casa pidiendo ayuda. Uno de ellos, el menor, se aferraba a su madre con desesperación, rogándole que no muriera.
Luz Dary no podía hablar ni moverse. El proyectil que la impactó en el torso había comprometido su vida. A pesar de que los vecinos los trasladaron de inmediato a un centro asistencial, tanto ella como su hijo fallecieron por la gravedad de las heridas.
La Policía del Magdalena Medio no ha identificado aún a los responsables del doble homicidio. No obstante, se conoció que el joven asesinado había sido aprehendido apenas diez días antes por porte, tráfico y fabricación de armas de fuego. Según una fuente oficial citada por Vanguardia, habría sido liberado por decisión de un Juzgado Penal para Adolescentes.
La versión que manejan las autoridades indica que el menor habría sido ejecutado como represalia por haber perdido el arma durante su captura, lo que representó una amenaza para la estructura criminal que lo había reclutado. Siga leyendo: Así mataron a balazos a Adiel, jefe histórico de banda delincuencial