En Ceballos todos conocían a Carmelo Medrano Iriarte como un hombre religioso, familiar, trabajador y respetuoso, por eso, cuando se enteraron de su asesinato sintieron un dolor enorme.
Aunque la Policía Metropolitana, de manera preliminar informó que se trató de una violenta riña, sus allegados aseguran que no fue así. Para ellos fue un acto de intolerancia y consumo excesivo de alcohol por parte del victimario. Lea: Sicariato en la Variante Mamonal - Turbaco: hallan muerto a hombre
El Universal habló con Tania Oquendo, esposa de Carmelo, a quien le quitaron la vida de una cuchillada en la madrugada del reciente lunes 19 de mayo, en la casa de su hija, ubicada a un lado de la de él y su esposa, en la calle Nuevo Horizonte.
“Estábamos dormidos, era tarde y llovía, pero escuchamos un estropicio en la casa de nuestra hija por lo que fuimos a ver qué pasaba. Al entrar, hallamos al marido ahorcándola. Lo detuvimos y yo lo enfrenté diciéndole que por qué hacía eso, entonces él me empujó y fue cuando Carmelo se metió. De la nada, ese muchacho sacó un punzón de una caja que tenía en su clóset y acuchilló a Carmelo”, relató la mujer entre lágrimas.
Afirma que ‘Leonel’, como fue identificado el presunto homicida, estaba ebrio, pero al instante tuvo consciencia de lo que hizo y comenzó a pedir ayuda. “Nosotros estábamos solos, era muy tarde, entonces él mismo subió a mi marido a una moto y lo llevó al hospital, pero al llegar nos confirmaron que había muerto. El muchacho me pedía perdón, lloraba, me decía que no quiso hacerlo, pero allí en la clínica estaba la Policía y lo entregué de inmediato”, dice entre lágrimas.
Tania cuenta que la relación de su hija y su yerno tuvo muchos episodios de violencia. “Ella nunca lo denunció, pero tenía videos, audios y fotos de las agresiones que él le hacía. Tenían 4 años juntos y un hijo de 3 añitos. Nosotros estábamos cansados de decirles que se dejaran, que buscaran de Dios, que cambiaran, pero nunca pudimos cambiarlos. A él le pedíamos que no tocara a nuestra hija, pero siempre habían peleas, aunque reconozco que no es una mala persona”, dijo la esposa de la víctima.
Esa relación tóxica terminó con la vida de Carmelo, de 49 años, padre de tres, piloto de yates y actualmente agente de imagen y mantenimiento. Mientras que ‘Leonel’ está ahora en manos de la Fiscalía por el delito de homicidio.
Tania, en medio de su dolor, tiene espacio para la reflexión y el perdón. “Somos hijos de Dios, todos cometemos errores, solo Dios puede juzgar, porque nosotros no debemos hacerlo. Hago un llamado a las parejas que viven violencia, que denuncien, que busquen ayuda, que dialoguen para que no vivan la pesadilla que ahora yo vivo”, finaliza la mujer que vivió 25 años con Carmelo.