Lina Nathalia Duarte Ayala, de 27 años, era una reconocida vendedora de empanadas y fritos en el barrio Santa Ana, que limita con el sector de La Cumbre en Floridablanca, en Santander. La joven todas las mañanas ponía su puesto y vendía sus productos, esperanzada en sacar a su familia adelante con ello.

Estaba llena de sueños e ilusiones, pero dos sicarios le arrebataron todo eso con un balazo en la cabeza, en plena vía pública. Minutos antes de que los sujetos en moto la balearan, ella estaba compartiendo con unas amigas en un establecimiento abierto al público, a pocos metros del lugar del crimen.
Según la versión de una de sus compañeras, tomaron algunas cervezas y luego salieron a consumir sustancias estupefacientes en la calle. Al rato, se despidieron sin imaginar que, unas cuadras más adelante, Nathalia encontraría la muerte. Lea: Los hermanos Almanza habrían asesinado a Janeideer Ortega de 2 puñaladas
Dos hombres en motocicleta la interceptaron cuando ella iba caminando por la calle y le apuntaron directo a la cabeza. Lina falleció en el lugar de los hechos.
Óscar Hernández Durán, secretario del Interior del departamento, indicó que la Sijín de la Policía Metropolitana de Bucaramanga ya trabaja en el esclarecimiento de este hecho.

“Desde la Gobernación ofrecemos una recompensa de hasta $20 millones a la persona o ciudadano que brinde información que permita la captura de los autores de este lamentable caso”, informó el funcionario.
Sobre los móviles de este asesinato, que quedó captado en videos de cámaras de seguridad, Hernández Durán indicó que estaría relacionado con disputas por estupefacientes.
“Es un hecho que, probablemente, fue ocasionado por disputas en el tráfico local de estupefacientes entre grupos de delincuencia común organizada. Se le ha pedido a la Policía que sume todas sus capacidades para lograr la captura de los responsables”, añadió el funcionario al diario Vanguardia.
Con lo dicho por el secretario del interior toma fuerza la hipótesis de que la mujer fue asesinada porque había presenciado un hecho o acción ilegal o delictiva mientras vendía sus empanadas por las calles y en su puesto habitual.