Minutos antes de que su camión cisterna rodara por un abismo de 180 metros en una de las carreteras más imponentes de Santander, Rubén Franco Rodríguez dejó un mensaje que hoy causa conmoción entre sus seres queridos: “Hola, mis preciosas, les pido que recuerden siempre quién fue su padre. Las amo mucho, nunca permitan que les hagan daño y nunca le hagan mal a nadie. Las amo”.
El siniestro ocurrió en el sector conocido como Ramal, en jurisdicción del municipio de Cepitá, dentro del Cañón del Chicamocha. Según los primeros reportes de las autoridades y organismos de socorro, el camión de placa TTT-339 descendía por la vía cuando perdió el control y se precipitó al vacío. Lea: Fatal accidente: Ciudadano suizo cayó en un hueco en su moto y murió
Durante la caída, la cisterna que transportaba combustible se desprendió del resto del vehículo, lo que evitó una tragedia de mayores proporciones. El impacto contra las piedras generó un incendio que fue contenido en menos de media hora por seis unidades del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Aratoca. A pesar de las llamas, la carga de ACPM no alcanzó a afectar significativamente la vegetación del bosque seco que caracteriza esta zona.
Rubén Franco quedó atrapado dentro de la cabina del vehículo, la cual se deslizó cerca de 40 metros más allá del punto de impacto. Su cuerpo fue hallado sin signos vitales, aunque fuera del alcance directo del fuego. Los rescatistas tardaron más de 30 minutos en poder acceder al sitio y remover las latas retorcidas del camión.
Testigos afirman que, antes del accidente, el conductor santandereano descendió del vehículo, tomó una fotografía del paisaje, se persignó y volvió a subir a la cabina. Pocos minutos después, ocurrió la tragedia.
Rubén Franco Rodríguez era oriundo de El Socorro, Santander, y padre de dos niñas menores de edad. Su muerte ha generado una oleada de mensajes de despedida y condolencias en redes sociales. Uno de sus amigos más cercanos, Jorge Veloza, escribió: “Gracias porque me dejó una profesión, porque más que un patrón y un mentor, usted fue mi amigo, mi hermano. Gracias, parcerito, porque a usted y a su paciencia soy lo que soy”.
Las autoridades continúan investigando las causas del accidente, mientras familiares y amigos recuerdan a Rubén como un hombre trabajador, generoso y profundamente amoroso con sus hijas.

