“Yo sé que mi hija está viva. Lo siento. Lo creo. Lo sé, y la voy a encontrar, pero necesito que todos me ayuden a difundir su historia, a mover esta búsqueda. No puedo sola”.
Lucy Díaz no quiere que los medios de comunicación dejen de hablar de su hija, Tatiana Alejandra Hernández Díaz, la estudiante de último semestre de medicina que desapareció el pasado 13 de abril, tras ser vista por última vez a orillas del mar, sentada sobre los espolones que están diagonal al Baluarte Santo Domingo. Le puedo sugerir: Aumentan a $200 millones recompensa por el paradero de Tatiana Hernández
En la tarde de este miércoles 23 de abril, Lucy Díaz encabezará una caminata de solidaridad y esperanza, acompañada por familiares, amigos y ciudadanos comprometidos con la causa.
El punto de concentración será en los espolones diagonal al antiguo Café del Mar, sobre la Avenida Santander, a las 5 de la tarde. De allí saldrá los asistentes con globos, pancartas y vestidos de blanco a un recorrido por las calles del Centro Histórico y finalmente llegarán a la emblemática Torre del Reloj.
La marcha de “la esperanza” se ha denominado esta movilización donde se alzará la voz para que Tatiana regrese sana y salva.
“Estoy segura como mamá que Tatiana está viva, Tatiana está en tierra, alguien me la tiene en un lugar oculto, encerrado, y le pido a esta persona si está escuchando, que sea sensible porque a los seres humanos no se les hace eso”, dijo Lucy Díaz, madre de la desaparecida.
Habla el testigo que vio a Tatiana Hernández en los espolones
El último elemento que le entregó esperanza a la familia fue el testimonio de un barrendero revelado por El Tiempo, quien entregó un audio con su testimonio sobre la tarde del 13 de abril. En la grabación, asegura haber visto a una joven con las características de Tatiana sentada cerca del Parque de la Marina. Añade que ella se marchó acompañada por un hombre, mientras otro los seguía a la distancia. Le puede interesar: Tatiana Hernández: Fiscalía analiza nuevos videos de su desaparición
“Se veía triste. Uno se da cuenta. Había algo en su expresión, en su forma de sentarse, como si estuviera cargando algo por dentro”, expresó el hombre al mismo diario. Veinte minutos después, según la fuente, un hombre de tez clara y barbado la abordó, le hablaba y ella hubo un momento en el que le sonrió.

“Él se sienta donde ella estaba. Entonces ella se mueve a la piedra del frente. Quedaron frente a frente, hablando. Ella incluso se rio con él en un par de ocasiones. Pero esa tristeza no se le quitó del todo”. La conversación duró aproximadamente 45 minutos y mientras ellos hablaban, había un segundo hombre, de aproximadamente 48 o 50 años, que los observaba desde la distancia.
“Había algo raro. No era solo la conversación. Era el ambiente. Mientras ellos hablaban, había otro hombre más, parado a cierta distancia. Estaba observando. Eso fue lo que más me desconcertó”, dijo a El Tiempo.
El testigo dijo que, transcurrido un tiempo, Tatiana se fue caminando con el hombre con el que estaba charlando, mientras el segundo sujeto que apareció en la escena se fue detrás de ellos, como si estuviera siguiéndolos, tal como se mencionó anteriormente.
“Ella se fue caminando. No se subió a ningún carro. No la obligaron. Se fue por su propia cuenta. Pero claro, uno no sabe qué pasó después”, recalcó el testigo en El Tiempo.

Al ser consultada por El Universal al mediodía de este miércoles sobre esa situación que habría sucedido con esos dos hombres, y de que, al parecer, pudo haber sido dopada, Lucy Díaz contó “esa información no la han confirmado, pero para mi, ese es el presentimiento que tengo. Tatiana no tiene personas que la conozcan en esta ciudad, no tiene amigos acá, diferentes a las que comparte el proceso de internado”.
La madre de Tatiana agregó sobre esa situación que “algo hay detrás de eso, pero son las autoridades las que tienen que hacer las verificaciones. Tatiana está viva, Tatiana está en tierra y Tatiana va a aparecer”.