La Fiscalía General de la Nación logró una medida de aseguramiento en centro carcelario contra Maicol Stiven Muñoz Manrique, dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), quien habría intentado ingresar sustancias ilícitas a la prisión El Pedregal, ubicada en Medellín (Antioquia).
Los hechos se registraron el pasado 14 de abril, cuando la guardia canina detectó anomalías antes de que el funcionario iniciara su jornada laboral.
Una inspección adicional permitió encontrar en su poder una envoltura que contenía 14 gramos de 2CB, una sustancia psicoactiva de alto impacto.
Este hallazgo condujo a la inmediata captura de Muñoz Manrique.
El dragoneante fue imputado por el delito de tráfico de estupefacientes agravado, una acusación que, según informó la Fiscalía, el implicado no aceptó. Actualmente, permanece bajo custodia mientras avanzan las investigaciones para esclarecer la totalidad de los hechos. Lea también: La pista clave en la desaparición de Tatiana Hernández, en Cartagena
Capturaron en flagrancia a otro dragoneante con drogas
Este caso no es aislado. En marzo de este año, otro dragoneante del INPEC, identificado como Luis Ernesto Erazo Andrade, también fue capturado por presuntamente intentar ingresar alucinógenos a un centro penitenciario.
Según el reporte oficial, Erazo Andrade ocultó cocaína en unos guantes, pero su plan fue frustrado por los controles de seguridad. A diferencia de Muñoz Manrique, Erazo Andrade recibió medida de aseguramiento domiciliaria.
La Fiscalía reiteró su compromiso con combatir la corrupción y el tráfico de estupefacientes dentro de los centros penitenciarios del país. Por su parte, el INPEC manifestó que reforzará las medidas de control interno para prevenir que sus funcionarios se vean involucrados en este tipo de actividades ilícitas, que no solo violan la ley, sino que comprometen la seguridad en los establecimientos carcelarios. Puede leer también aquí: Cayó alias ‘Flaco Carvajal’, señalado de ataques terroristas con drones
La detección de estos casos refleja la eficacia de las medidas de seguridad implementadas, como la utilización de guardias caninas, en la lucha contra el tráfico de sustancias psicoactivas en el sistema penitenciario colombiano.