José Miguel Demoya Hernández, alias ‘Chirimoya’, fue abatido por la Policía Nacional y la DEA el pasado sábado 5 de abril, en zona rural del municipio de La Apartada, en Córdoba. Era uno de los hombres más buscados en Colombia, el quinto en la línea de mando del Clan del Golfo y mano derecha del máximo líder, alias ‘Chiquito Malo’.

El abatido tenía cinco órdenes de captura vigentes por delitos como concierto para delinquir, terrorismo, homicidio, extorsión y narcotráfico entre otros. Además, las autoridades de Estados Unidos lo había pedido en extradición por su sistemático y organizado envío de cocaína hasta ese país, función de la que se encargaba en el grupo multicrimen.
Pero eso no es todo. Era el cabecilla de la subestructura Arístides Meza Páez, con injerencia en Córdoba, Sucre, Santander, Atlántico y Bolívar. Es este último departamento prácticamente dominaba en Santa Rosa del Sur, Simití, Cantagallo y San Pablo, en el sur del departamento, donde participó en combates por las rentas criminales con el Eln. Lo señalaban de asesinar al líder social Narciso Beleño en el sur de Bolívar. Lea: Las víctimas de ‘Chirimoya’ en Bolívar: Policía lo abatió en combate
Ninguno de sus delitos y señalamientos fueron suficientes para que en su natal Ayapel, Córdoba, lo despidieran como a un héroe. En la tarde del lunes 7 de abril hubo globos blancos, camisetas y pañuelos del mismo color, además de caravanas de motos y carros, ambientados por balazos al aire y canciones de corridos prohibidos. Una situación polémica porque ‘Chirimoya’ era célebre por ser el ala militar y sangriento del Clan del Golfo.
Frente a la iglesia del pueblo, a un costado del puerto y en medio de la plaza principal dejaron su ataúd para que todos los pobladores le dieran el último adiós. Medios de comunicación locales filmaron el momento donde no se ve presencia de policías o militares. También lo llevaron a varios corregimientos.
Sus restos fueron paseados por todo Ayapel, acompañado de pólvora y tiros al aire. Luego los subieron a una lancha con la que recorrió la ciénaga, acompañado de aplausos y rancheras de Vicente Fernández. Definitivamente lo despidieron como despiden a los ‘capos de los pobres’. El abatido tenía 40 años y deja 10 hijos.

Cabe mencionar que el Ministerio de Justicia y el mismo presidente Gustavo Petro dieron la noticia de la muerte de esta persona en combates, esto debido a la importancia de él en la organización que tanto daño le hace al país. El Clan del Golfo no se ha pronunciado sobre el asesinato.
Todo parece indicar que alias ‘Chirimoya’ se dedicaba a ayudar a la comunidad en fechas especiales y en nombre del Clan del Golfo, despertando el cariño y admiración de los pobladores. Desde regalar casas hasta entregar juguetes a los niños de diciembre, el abatido se convirtió en un líder para Ayapel.
Se conoció que este martes será sepultado en el cementerio municipal, bajo una ceremonia cristiana ya que sus padres hacen parte de dicha religión. Sus hijos son los encargados de cargar el cajón que está cubierto con una bandera del Clan.