El derramamiento de sangre parece no tener fin en el sur del departamento de Bolívar. Los constantes enfrentamientos entre las disidencias de las Farc, el Eln y el Clan del Golfo, por el dominio del territorio y las rentas criminales, es la principal razón.
El pasado fin de semana se conoció sobre enfrentamientos en la Serranía de San Lucas o Alta Montaña, que habría dejado varias víctimas mortales; sin embargo, por las condiciones de seguridad en la zona y el terreno, los cuerpos no habrían llegado aún a Medicina legal.
La información no es oficial ya que el conflicto impide que se hagan los procedimientos judiciales establecidos por las autoridades colombianas. Lo que sí quedó en evidencia, gracias a medios de comunicación de la zona, es sobre el macabro hallazgo de un cuerpo sin vida. Lea: Cámara grabó brutal agresión de ladrón a un carnicero en 13 de Junio
Campesinos que pasaban por una trocha hallaron el cadáver de un hombre que estaba en un saco o costal, desmembrado y con orificios producidos por impactos de balas. “Yo iba pasando y vi la sabana y el saco, pero me llamó la atención y frené ahí mismo, me bajé a mirar y me llevé la sorpresa que era un cuerpo abandonado”, dijo un transeúnte.
El cuerpo no ha sido identificado, pero ya se encontraría en Medicina Legal para hallar a sus parientes y sus datos personales. El campesino señaló que el cadáver estaba a un lado de la carretera.
Ahora, en zona rural de Morales, también en el sur de Bolívar, encontraron otro cuerpo sin vida, también de género masculino. Según testigos, el cuerpo tiene impactos de bala y está cercenada. Arriba de los restos habían varias ramas de un árbol, intentando ocultarlo.
Las autoridades hicieron presencia en el lugar y trasladaron el cuerpo a Medicina Legal para realizar la correspondiente identificación y determinar con precisión las causas de la muerte. Estos crímenes se suman a los enfrentamientos en zona rural de Cantagallo, en las últimas horas.
Además de las tensiones armadas, se reportan dificultades en el acceso a servicios básicos y asistencia humanitaria, lo que agrava aún más la crisis en la región. Se espera que la situación continúe evolucionando, y organismos de derechos humanos han comenzado a monitorear la situación para ofrecer apoyo a los afectados.