En Cúcuta y todo el país no salen del asombro por una macabra noticia que tiene como protagonistas a un pastor evangélico y a dos personas en condición de calle a las que él, supuestamente, ayudaba a enderezar su camino de drogas y maldad.
El pasado 7 de marzo se conoció sobre la captura del pastor Jhon Jairo Martín Velásquez por su presunta participación en el asesinato y desmembramiento del bogotano Sixto Ferney Rojas Montalvo, crimen ocurrido el pasado 27 de febrero, en la capital del Norte de Santander. De igual se confirmó la captura de otro hombre identificado como Brayan Smith García Agudelo, conocidos como ‘Samario’.
Desde el 7 de marzo realizan las respectivas audiencias contra estas personas y las autoridades confirmaron que Jhon Jairo es el autor intelectual y alias ‘Samario’, el material, incluso, determinaron en las audiencias que el pastor le ofreció un millón de pesos para que asesinara y desapareciera el cuerpo de su víctima.
Lo que se ha establecido hasta ahora es que el pastor y los dos habitantes de calle se desplazaron hace poco desde Bogotá hasta Cúcuta para crear una fundación en esa ciudad, dedicada a personas con adicciones. En Bogotá ya el pastor era socio de una. Lea: Capturan a pastor señalado del desmembramiento de un hombre
El general William Quintero, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, informó que la investigación sigue en curso y que se busca a un tercer sospechoso que habría participado directamente en el crimen.
Según La Opinión, Velásquez, alias ‘Pastor’, se había separado recientemente de su esposa y decidió cambiar su vida, además, se llevó una alta suma de dinero para abrir su fundación. La razón que habría tenido para acabar con la vida de su amigo es un dinero que se perdió en la vivienda donde todos estaban quedándose.
Lo más tétrico del caso es que ‘Samario’, drogó a Sixto dentro de la vivienda para después asesinarlo, seguido, le preguntó al pastor si desmembraba el cuerpo y este aceptó. Previo intentaron quemarlo, pero no lograron que el cadáver se consumiera.
Tras desmembrarlo, echaron sus partes en cavas que lanzaron a una zona enmontada. Tal parece que el tronco de Sixto todavía no aparece. Debido a la cantidad de material probatorio que encontraron los investigadores del caso, ambos fueron enviados a un centro carcelario mientras avanza el juicio en su contra, ahora por tres delitos: homicidio agravado, tortura, y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.