“Una excelente persona que daba lo que tenía. Le gustaba mucho servir. Un líder innato que se preocupó siempre por su comunidad, sobre todo con esas personas que le pedían asesoría para lograr el sueño de una casa o un terreno”.
Con esas palabras, una de las hijas de Jerónimo José Martínez Ballesteros describe al líder y expresidente de la JAC (Junta de Acción Comunal) de Colombiatón que asesinaron de seis balazos en la noche de este jueves 27 de febrero en pleno cruce de la vía La Cordialidad hacia la entrada de ese barrio. Le puedo sugerir: Jerónimo Martínez, el líder que sicarios mataron en Colombiatón

El atentado ocurrió a eso de las 7 p. m., en momentos que Martínez, de 60 años, se desplazaba en una moto acompañado de una vecina. El líder, cuenta uno de su tres hijos, había estado en la tarde visitando a una amiga en el sector Ciudadela La Paz, en El Pozón. De regreso a su vivienda se fue con una vecina que reside en su mismo barrio, en Flor del Campo.
“Mi papá estaba en La Cordialidad, esperando que pasaran los carros para cruzar hacia la entrada de Colombiatón cuando aparecieron los tipos. De inmediato le dispararon y al caer él alcanzó a preguntarle a la amiga que iba con él en la moto qué había pasado. La amiga nos cuenta que ella lo que hizo fue gatear para alejarse y en medio de eso alcanzó a escuchar cuando uno de los tipo le dijo al otro: ‘pégaselos en la cabeza’. Fueron seis balazos los que le dieron a mi papá”, le relató Dulis a El Universal en la mañana de este viernes en las afueras de Medicina Legal.
La muerte de Jerónimo, padre de tres hijos, fue en el acto. La mujer que lo acompañaba se salvó milagrosamente. Allí, en la escena del crimen, sus familiares lo reconocieron y protagonizaron escenas dramáticas, de mucha tristeza y dolor. Le puede interesar: Sicarios balean y matan a un motociclista en la entrada de Colombiatón
Tras cometer el asesinato a sangre fría, los sicarios huyeron con rumbo hacia Colombiatón y Flor del Campo. En una rápida persecución, y con ayuda de la comunidad, la Policía Metropolitana capturó a dos sospechosos que iban armados en una moto. Hasta este viernes, sin embargo, no hay confirmación oficial sobre si estos individuos habrían participado en el atentado a bala.
Un líder innato: así era Jerónimo Martínez
Jerónimo Martínez nació en Lorica (Córdoba), pero desde muy niño se vino a vivir a Cartagena. Con su familia se instaló en el sector Hábitat 89, en el barrio La María.
A raíz de la ola invernal de 2004, que dejó muchas familias afectadas en sectores aledaños al cerro de La Popa; el líder, su esposa y tres hijos fueron reubicados en Flor del Campo, como muchos otros habitantes de La María y San Francisco.

A ese barrio llegaron en 2008 y de inmediato, cuenta su hija, Martínez Ballesteros sobresalió por ser un líder. Fue presidente de la JAC para el periodo 2010-2012, pero todo cambió cuando comenzó a recibir varias amenazas. Lea también: A Carlos Caret lo mataron a bala en una venta de frutas: tenía 62 años
“Ante esas amenazas decidimos que ya dejara esa labor en la JAC, que se dedicara a su trabajo. Y así fue, solo que él (Jerónimo) siguió ayudando a la gente. A él lo buscaba mucha gente que iba a comprar casa para que lo asesorara. A nadie le decía que no. Siempre en la calle había alguien que nos decía: ‘tu papá nos ayudó a conseguir casa’. Y así era él, le gustaba servir”, manifiesta la hija.

En la actualidad, Jerónimo trabajaba todos los días desde las 2 o 3 de la madrugada hasta la tarde en un local de venta de bananos y frutas en el Mercado de Bazurto, más exactamente en el sector de Las Ramplas. Su hija es claro en mencionar que su papá no tenía enemigos ni había recibido amenazas. Vivía su vida de manera normal.
“Mi papá era muy querido, muy alegre, no entendemos que pasó. Quiero saber por qué le hicieron esto a mi papi hermoso, que era el pulmón de una familia entera”, dice, con lágrimas en su rostro, la hija mayor de Jerónimo Martínez Ballesteros, otra víctima de esta violencia en Cartagena que en febrero ya se traduce con 22 homicidios, 16 de eso casos en sicariatos.