Oliverio Isaza Gómez tenía su apodo de ‘el Terror’ bien puesto. Por más de 35 años hizo parte de grupos al margen de la ley perpetrando todo tipo de delitos, siempre escapando de las autoridades y, burlándola en muchas ocasiones.
Pero sus fechorías acabaron y, como se dice en el mundo del hampa, lo hizo en su ley, la ley de las balas. ‘el Terror fue abatido junto a cinco integrantes más de su estructura en zona rural de San Luis (Antioquia).
Isaza Gómez, líder del Clan del Golfo e hijo del exparamilitar Ramón Isaza, se encontraba en una vereda cuando lo sorprendieron unidades de la Policía Nacional. El delincuente lideraba las actividades criminales en el Magdalena Medio y Oriente Antioqueño.
Sobre el abatido se supo que se había desmovilizado, junto a su reconocido padre, en 2006. Estaba empuñando armas de fuego desde que tenía 15 años, incluso, llegó a pelear contra el narcotraficante Pablo Escobar, según medios de Antioquia. Lea: Mataron a alias ‘Corroncho’ dentro de una casa: era buscado por homicidio
Tras la muerte de Pablo Escobar, ‘el Terror’ permaneció escondido en las montañas, pero seguía delinquiendo, hasta que se volvió a saber de él en 2002, cuando creó el ‘Frente Isaza héroes del prodigio’.

Sobre su desaparición por esos años, el hombre contó en entrevista con un medio antioqueño que en realidad estaba en prisión. “Fue en Puerto Nare, en un sitio que se llama Mulas. Me llevaron a Bellavista, a la cárcel de Medellín, ahí pagué un año. A mí me cogieron en mitad de junio del 2000, y salí en abril o mayo del 2001. Ya tenía esa zona allá, seguí siendo comandante de patrulla. Era como el encargado de la zona, pero le reportábamos todo a mi padre. Por eso andaba un poquito más relajado. Iba en un carro con cinco escoltas y nos encontramos al Ejército. Nos puso la mano, le paramos, y ahí me capturaron. Cuando salí en el 2001 no quería saber nada de nada y seguí descansando hasta el 2002″, contó.

El hombre había dicho, en ocasiones, que se entregaría a las autoridades pero la realidad es que no dejó de liderar su frente, es así que las autoridades realizaron el operativo que terminó con su vida y la de cinco de sus escoltas. El hombre tenía una condena de 35 años de cárcel por concierto para delinquir, desaparición y desplazamiento forzado.