La familia de Roberto Esteban Paternostro Sánchez, de 26 años, está destrozada. El joven falleció tras sufrir quemaduras mientras trabajaba en un jardín infantil en el sector de Quinta Paredes (Teusaquillo), en Bogotá.
Ellos piden justicia y que se esclarezca lo que sucedió, además que si hay algún responsable que responda ante las autoridades. Lea: Estos son los 24 barrios de Cartagena donde hubo homicidios en enero
“Mi primo era oriundo de Calamar (Bolívar), prestó su servicio militar en Bogotá, como policía bachiller. Se presentó a la carrera como policía pero no pasó, entonces se dedicó a trabajar como vigilante. Estaba viviendo en el barrio Las Nieves, junto con su esposa y su hijo de 3 años. Él en los últimos 6 meses estaba dedicado a su hijo entonces estaba trabajando en la informalidad, haciendo domicilios por aplicaciones y lo que saliera”, contó sobre Roberto una familiar a Q’hubo Bogotá.
Los parientes contaron que el hecho se dio pasado 29 de noviembre. Roberto, al parecer, había aceptado hacer una labor dentro del jardín para arreglar un piso y estando trabajando se dio una explosión.
“No sabemos cómo se dio la contratación, pero mi primo aceptó levantar unos pisos de colores que le ponen a los jardines para que los niños no sufran accidentes. Debajo de ese piso había un piso de madera; él debía aplicar un químico y después, con una pulidora, colocarle un disco abrasivo y limpiar la zona donde quedaba sucio. Eso nos lo contó la esposa al día siguiente”, añadió la pariente al medio de la capital del país.
“La esposa nos avisó, que tenía el 90 % del cuerpo quemado. Él salió de ese lugar prácticamente muerto. Los vecinos nos cuentan que a él lo sacaron en unas bolsas de aluminio y que no se movía. Al lugar llegó Bomberos, Policía, antiexplosivos para atender la emergencia. Nosotros queremos que las personas que lo contrataron nos digan qué fue lo que pasó”, agregó.
Sobre el jardín infantil, los allegados a la víctima desconocen si sigue funcionando en otro sitio ya que el inmueble donde funcionaba fue desocupado. “Él era un muchacho sano, alegre, trabajador, siempre estaba al servicio de los demás”, puntualizó la familiar.