Con canciones cristianas, globos de todos los colores, una enorme pancarta con sus fotos, oraciones y decenas de familiares y vecinos felices, Islas del Rosario recibió a dos lancheros que vivieron una travesía digna de una película de Hollywood y que demostró sus fortalezas físicas y mentales.
Jhonnys Palomino Geles, de 30 años, y Alejandro Torrealba Silva, de 26, dedicados al transporte de turistas en lanchas, se perdieron en el mar de la Isla de Barú, en la noche del primero de enero, luego de transportar a un grupo de extranjeros desde las Islas del Rosario. Lea: Así sobrevivieron 2 lancheros que estuvieron a la deriva por 12 días
La Armada, sus familiares y pescadores de la zona en general participaron en la búsqueda que duró días sin mayores frutos; sin embargo y cuando casi se perdía la fe, los lancheros aparecieron 12 días después moribundos, pero vivos en Panamá. Así como lo lee.
Antonia Geles, madre de Jhonnys, le contó a este medio que “para la gloria de Dios vuelvo a tener a mi hijo conmigo. Duraron 12 días desaparecidos, pero el pasado domingo (12 de enero) él llamó a un familiar y le contó que Guardacostas de Panamá los tenía y que estaban bien. Hablamos con ellos por videollamada”.
Jhonnys, natural de la isla, y Alejandro, nacido en Venezuela, fueron encontrados por un buque mercantil panameño que los llevó hasta el país canalero donde informaron a la Armada de Colombia el hallazgo. Luego fueron entregados a Migración que los trasladó vía terrestres hasta Cartagena.
“Están deshidratados, quemados, con muchos problemas de salud...necesitamos la ayuda de las autoridades para que se recuperen. En ambulancia los trasladaremos a un hospital porque no se sienten bien”, dijo la madre de Jhonnys, quien también ha estado a cargo de Alejandro: “es que Alejandro vive con nosotros porque es ayudante de mi hijo y su familia está en Venezuela, pero su madre ya está aquí pendiente a su hijo”, afirmó.
Los lancheros están en compañía de sus familiares y bajo observación médica. En el transcurso de las horas se conocerá su diagnóstico médico. Por el momento se sabe que para sobrevivir tuvieron que tomar su propio orín, comer algas, peces vivos, pedazos de madera que pasaban por el agua, entre otros elementos que podían hallar en el mar adentro.