En el municipio de Circasia, Quindío, una serie de denuncias han sacudido a la comunidad por presuntos rituales de brujería que involucran el maltrato de animales. Según las acusaciones, un joven de la localidad estaría utilizando gatos en rituales de magia negra, específicamente vinculados a prácticas de vudú y necromancia.

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REDACCIÓN SUCESOSLa denuncia llegó a través de una serie de fotografías y conversaciones de WhatsApp que fueron difundidas por Diana Rodríguez, directora de la Fundación Ecohuellas, quien alzó la voz ante el alarmante caso. A través de las redes sociales, en las imágenes, se observa al joven sosteniendo la cabeza de un gato negro y al mismo gato dentro de un frasco, lo que sugiere una práctica relacionada con la magia negra. Por otra parte, en los mensajes de WhatsApp se puede evidenciar que el joven menciona procedimientos altamente perturbadores, como la utilización de sustancias químicas para alterar el comportamiento de las personas.
La Fundación Ecohuellas solicitó a las autoridades que investiguen a fondo a esta persona y atiendan la denuncia. Así mismo, hicieron un llamado a los habitantes de Circasia para que cuiden al máximo sus animales de compañía. Por su parte, el joven implicado ha defendido su conducta, explicando que el gato que aparece en las fotos ya estaba muerto cuando lo encontró y que lo usó para realizar una “práctica de disección de animales”, ya que, según él, estudia biología. En una entrevista a un medio local, de la que conoció El Tiempo, el implicado también indicó que su familia tenía pruebas de que se trataba de una práctica científica y no de un rito de brujería.
Sin embargo, los animalistas del departamento han rechazado esta explicación, señalando que este tipo de prácticas no tienen cabida en el campo de la biología y que las evidencias en los chats apuntan a una intención de maltrato animal. Lea aquí: Bus cayó al abismo en Cundinamarca: hay 4 muertos y 8 heridos
El alcalde de Circasia, Julián Peña, expresó su preocupación y solicitó la intervención de las autoridades locales. “A través de redes sociales recibimos la denuncia de un posible maltrato animal... Hicimos un llamado urgente al grupo de policía ambiental del Quindío y se realizó una inspección”.
El intendente de Policía, Johan Sánchez, también participó en la inspección, pero aseguró que no se encontraron evidencias de maltrato animal durante la visita a la vivienda del joven. “Procedimos a atender el requerimiento... y en el momento no se logró observar ningún tipo de maltrato animal”.
La investigación continúa y se espera que las autoridades tomen medidas para esclarecer este caso y proteger a los animales de la región.